Palacio Nacional, R. D.-El presidente de la República Dominicana Danilo Medina Sanchez se solidarizó con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, por los hechos lamentables en un centro comercial de El Paso, Texas y en Dayton, Ohio.
Las condolencias del jefe de Estado dominicano fueron expresadas en nombre del Gobierno y en el suyo propio, en una carta enviada al presidente de los Estados Unidos, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Nos unimos a la pena colectiva que generan estos trágicos sucesos y, por su intermedio, hacemos llegar nuestro pesar a los familiares de las víctimas y a todas las personas que resultaron heridas, por cuya recuperación elevamos oraciones”, afirmó Danilo Medina.
Significó el gobernante que ante la frecuencia con que vienen sucediendo en su país hechos de violencia como los del sábado, apela a la necesidad de armonía y confraternidad entre todos los seres humanos, para evitar que se produzcan otros hechos tan dolorosos.
Breve recuento histórico de las tragedias
Al menos nueve muertos y 27 heridos en un nuevo tiroteo en Ohio
La policía de la ciudad de Dayton mató al atacante, un varón de 24 años, en segundos e identificó a su hermana entre las víctimas
Fin de semana trágico en Estados Unidos. Un segundo tiroteo masivo en solo 13 horas tuvo lugar pasada la una de la madrugada del domingo en el centro de la localidad de Dayton (Ohio). El pistolero abrió fuego frente al bar Ned Peppers matando a al menos de nueve personas y provocando 27 heridos. Uno de ellos se encuentra en estado crítico y hay varios graves. La policía mató al autor en menos de un minuto. Después fue identificado como un varón blanco de 24 años, llamado Connor Betts y residente de Bellbrook. Las autoridades confirmaron además de que entre las víctimas mortales se encuentra su propia hermana.
Es el tercer tiroteo con más de cuatro fallecidos que se registra en una semana en EE UU, que superan en total la treintena de muertes y el doble de heridos. En lo que va de año, se contabilizaron 250 ataques con armas de fuego por todo el país. Los motivos de este nuevo episodio se desconocen, pero se investiga si el autor pudo verse inspirado por la masacre en El Paso. El pasado fin de semana se produjo otro tiroteo en el festival gastronómico en Gilroy (California).
Las autoridades locales indicaron que las edades de las nueve víctimas mortales rondaban entre los 22 y los 57 de años. La hermana del tirador, identificada como Megan Betts, era la más joven. Es una pieza clave en la investigación para entender el motivo del ataque. La policía procedió de inmediato a registrar su residencia en Bellbrook, también en Ohio. Supuestamente vivía con su familia.
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Seis de los fallecidos eran de raza negra, los tres restantes blancos. La primera línea de investigación indica que el atacante tenía interés por matar a gente a partir de manuscritos encontrados en su casa. Las autoridades están procesando ahora toda la información y sus pertenencias, pero en principio la policía no tiene evidencias que indiquen una motivación racial o política como detonante de su acción.
Una patrulla que se encontraba en la zona afrontó al sospechoso a los 20 segundos de escuchar el primer disparo. A los 10 segundos quedó neutralizado. Llevaba una máscara, protecciones en el cuerpo y varios cargadores para realizar hasta 100 rondas. Aunque tenía dos armas, la que utilizó era un fusil de asalto tipo AR-15. Lo compró por Internet y le fue entregada desde Texas en una tienda en la localidad. El atacante no tenía historial criminal.
El autor murió en el acto por las heridas de bala producidas por la respuesta policial. La alcaldesa de Dayton, Nan Whaley, explicó después en rueda de prensa que el tirador fue “neutralizado en menos de 10 segundos”. El incidente tuvo lugar en el distrito histórico de la ciudad, donde hay cerca de una decena de bares. Los testigos comentaban que los fines de semana suele haber peleas.
En esta ocasión fue diferente. “Nunca tuve tanto miedo en mi vida”, comenta Daniel Williams, antiguo miembro de la banda The Devil Wears Prada. La alcaldesa sugirió que el ataque era premeditado, por las protecciones que llevaba el tirador, el tipo de arma y la abundante munición. “Es triste que la matanza número 250 de este año haya tenido lugar en nuestra ciudad”, lamentó, “los últimos seis meses fueron ya muy duros”.
El distrito Oregón está considerado una de las zonas seguras más seguras de la localidad de Dayton. Es un área principalmente comercial, aunque hay residencias sobre los bares y restaurantes. Los locales suelen cerrarse a las dos de la madrugada. “No es el lugar donde esperas algo así”, comenta Nikita Papillon a la filial local de la NBC. Todos salieron en estampida cuando se escucharon los disparos.
Dayton tiene 140.000 habitantes. El pasado mayo hubo una protesta en la ciudad del grupo supremacista blanco KKK y recientemente esta comunidad sufrió el azote de los tornados. El gobernador de Ohio, Mike Dewine, emitió una declaración en la que calificó el tiroteo de “atroz”, y elogió la “rápida respuesta” de la policía “al poner fin a esta tragedia”.
“Cientos de personas podrían haber muerto si la policía no hubiera intervenido tan rápido. Había miles de personas en la zona en una noche de sábado en verano”, describió la alcaldesa. “La pregunta es por qué es la masacre número 250”, concluyó al tiempo que reiteraba que este “acto sin sentido” refleja la situación que se vive por todo EE UU. “Puede pasar en cualquier lugar. Cuándo se va a decir que es suficiente”.
La policía investiga la matanza de El Paso como un acto de terrorismo
Un manuscrito relacionado al autor del tiroteo muestra su apoyo al pistolero islamófobo que mató a 51 personas en Nueva Zelanda el pasado mes de marzo
Patrick Crusius, un joven solitario de 21 años, condujo durante más de nueve horas desde Allen, una ciudad en los suburbios del norte de Dallas, dispuesto a morir matando. Su destino era El Paso. La ciudad de 682.000 habitantes, el 85% de ellos hispanos, que encarna la frontera. El foco desde hace meses del debate político nacional sobre inmigración, que ha recibido olas de familias centroamericanas en busca de asilo. Eligió un Walmart, una gran superficie abarrotada un sábado por la mañana, destino habitual de mexicanos que cruzan la frontera desde Ciudad Juárez para comprar.
A las 10.20, veinte minutos antes de que los servicios de emergencia recibieran la primera llamada alertando de que un hombre había irrumpido en la gran superficie y se había puesto a disparar con un arma semiautomática contra la multitud, se publicaba un manifiesto, en un foro de Internet de ultraderecha, en el que se anunciaba un ataque en respuesta a “la invasión hispana de Texas”. Poco después Crusius se entregaba a la policía, aparentemente sin resistencia, después de liquidar a 22 personas y herir a otras 24 -dos de las víctimas fallecieron este lunes-, en el más letal de los 250 tiroteos múltiples con armas de fuego que se han producido en Estados Unidos en lo que va de año.
“Ahora mismo, tenemos un manifiesto de este individuo”, declaraba el jefe de la policía de El Paso, Greg Allen. Después, las autoridades advertirían de que aún no han verificado que Crusius sea el autor del texto publicado de manera anónima. Pero fue suficiente para que el gobernador Greg Abbot hablara de nexos con “un potencial crimen de odio”.
Crusius, ahora en una cárcel de El Paso, está colaborando con la policía. De confirmarse su autoría del manifiesto racista, el crimen podría ser tratado como un delito de odio. Los fiscales que llevan las pesquisas anunciaron en una rueda de prensa este domingo al mediodía que están investigando el tiroteo como un acto terrorista y que buscarán la pena de muerte para Crusius. Las autoridades federales están “considerando seriamente” presentar cargos por delitos de odio, según adelantó John F. Bash, fiscal federal del Distrito Oeste de Texas. “Lo estamos tratando como un caso de terrorismo interno y vamos a hacer lo que hacemos con los terroristas en este país”, amenazó Bash.
“Probablemente voy a morir hoy”, decía el manifiesto, que declara el apoyo del autor al pistolero que mató a 51 personas en un ataque islamófobo en Christchurch, Nueva Zelanda, que también publicó un manifiesto supremacista online antes de actuar. El texto supuestamente escrito por Crusius expresa el temor a que los hispanos se hagan con el poder en Estados Unidos.
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Se trata de un panfleto de 2.300 palabras, titulado Una verdad incómoda, lleno de odio hacia los inmigrantes y los hispanos. “Los hispanos tomarán el control de los gobiernos local y estatal de mi amado Texas”, dice el manifiesto. “Si podemos librarnos de la suficiente cantidad de gente”, prosigue, “nuestro modo de vida será más sostenible”.
“Estoy sencillamente defendiendo a mi país del reemplazo cultural y étnico producto de la invasión”, explica el autor, haciéndose eco de la llamada teoría del gran reemplazo, popular entre los supremacistas blancos.
El texto tiene también referencias directas a la política nacional estadounidense. Sugiere una retorcida teoría conspiratoria, según la cual el Partido Demócrata tendría una estrategia para dominar el país gracias a la creciente población hispana, que se ha vuelto popular en foros de la ultraderecha. “La abundante población hispana en Texas”, dice el texto, “nos convertirá en un bastión de los demócratas”. Y asegura el autor que sus opiniones sobre la inmigración “son anteriores a Trump y a su campaña por la presidencia”.
Las autoridades no han hecho pública aún la identidad de las víctimas. Se desconoce si Crusius disparó de manera indiscriminada. Sí se sabe que estuvo disparando durante muchos minutos, tantos como veinte, según algunos testigos. Disparar indiscriminadamente con un arma semiautomática durante tanto tiempo en un establecimiento abarrotado de gente podría haber producido una matanza aún mayor.
Las víctimas van de los dos a los 82 de edad. Entre los heridos hay ciudadanos mexicanos, incluida una niña de 10 años. Algunas continúan en estado crítico. Los vecinos de El Paso han secundado masivamente las llamadas de las autoridades a donar sangre para las víctimas.
Crusius, según relata la prensa local, vivía con sus abuelos en Allen, un suburbio mayoritariamente blanco de Dallas. En 2017 se matriculó en la universidad. Los vecinos le describen como un joven extremadamente solitario y un tanto inadaptado. La policía ha registrado la vivienda y examina su ordenador y su rastro en Internet en busca de vínculos con grupos o individuos radicales.