La empresa constructora brasileña Odebrecht que hoy está en cuestionamiento por actos de corrupción en 12 países donde pagaba sobornos por casi 800 millones de dólares para obtener jugosos contratos, llegó al país en el 2001 siendo presidente de la República Hipólito Mejía y se ha mantenido hasta este 2017.
En el 2004 volvió Leonel Fernández al poder hasta el 2012 cuando lo sustituyó Danilo Medina. Creo que los tres presidentes deben darle una explicación al pueblo sobre su relación con Brasil y con Odebrecht.
Hipólito Mejía ha prometido que hará una exhaustiva declaración sobre las obras que esa empresa contrató o construyó durante su mandado, que fueron apenas dos, según adelantó. Esperemos.
Leonel Fernández le tomó un cariño extraordinario a los brasileños empresarios y políticos, a tal punto que viajo a Brasil y se montó en los aviones Súper Tucano que el país compró a sobreprecio y que son objeto de escándalo por un soborno de 3.5 millones de dólares.
Leonel no puede guardar silencio por su condición de ex presidente de la República, presidente del oficialista Partido de la Liberación Dominicana y una figura destacada en el plano internacional. Le conviene hablar por el hecho de aspirar nuevamente a la nominación presidencial para el 2020.
Danilo Medina es quién más debe hablar. ¡Y mucho! Primero por ser presidente actual del país, y, segundo, por sus relaciones íntimas con Ignacio Lula da Silva y Dilma Rousseff, ex presidentes de Brasil, acusados de corrupción asociados con Odebrecht.
Danilo viajó a Brasil siendo candidato en el 2011 y luego como presidente en el 2012. Lula vino a la República Dominicana siendo como un rey. La presidente Rousseff, en un hecho insólito que debió ser repudiado por los “nacionalistas”, hizo un spot de radio y televisión que se difundió profusamente invitando al pueblo a votar por Danilo. Y no solo eso, Joao Santana, empleado de Odebrecht, fue jefe de las dos últimas campañas de Danilo, hasta que cayó preso en su país junto con su esposa.
En un discurso Danilo le hizo un reconocimiento a su jefe de campaña brasileño.
Tanto en Brasil como en Estados Unidos se demostró que Odebrecht financiaba campañas electorales de los candidatos presidenciales de distintos países a cambio de lograr contratos ventajosos por los que pagaba sobornos que en nuestro caso superaron los 92 millones de dólares.
Es lógico preguntarse: ¿Acaso no fue eso lo que hizo Odebrecht en nuestro país? ¿Financió Odebrecht las campañas electorales de Danilo a tal grado que le envió su hombre de confianza, el estratega Joao Santana para posteriormente conseguir las obras más grandes y costosas como las plantas a carbón de Punta Catalina que se dice fueron sobrevaluadas en más de mil millones de dólares?
Ante tantos hechos incriminatorios considero que el presidente Danilo Medina debe dirigirse a la nación y aclarar su relación con Odebrecht.
Más aún, el Procurador Jean Alain Rodríguez no puede quedarse en las ramas interrogando a funcionarios y ex funcionarios que podrían o no estar comprometidos con recibir sobornos. Debe acelerar las pesquisas como en Perú, Panamá y Colombia, donde algunos ya están presos.
Aclaro, las sobrevaluaciones de las obras fueron mayores que los 92 millones de dólares en sobornos. Una auditoria lo puede probar a ciencia cierta.
Hipólito, Leonel y Danilo tienen que hablarle al país sobre su relación con Odebrecht. ¡Y hablar claro!
El Ministerio Público tiene que ponerse pantalones largos y actuar con independencia investigando a todo el que haya que investigar haya sido o sea presidente de la República. ¡Ya basta de corrupción! ¡Ya basta de impunidad!