Por Jeff Mason |
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se unió a la precandidata demócrata Hillary Clinton en un acto de campaña en Carolina del Norte y le dijo a los votantes que está listo para “pasarle el testigo” a quien fuera su secretaria de Estado.
Obama tomó el micrófono en Charlotte al grito de “¡Hillary!” y le dijo a la multitud que nunca hubo un candidato tan preparado para ser presidente como Clinton, quien también fuera su rival en la primaria demócrata en la carrera por la Casa Blanca de 2008.
“No podría estar más orgulloso de las cosas que hicimos juntos, y estoy listo para pasarle el testigo”, dijo Obama en su primer viaje para sumarse a la campaña de Clinton. “Sé que Hillary Clinton va a tomarlo y que va a ganar la carrera”, agregó.
Obama le devolvió el favor a Clinton, quien lo había respaldado de cara a la elección presidencial de 2008. El mandatario esperó a que la ex primera dama superara a Bernie Sanders en la carrera por la nominación demócrata para apoyarla.
La aparición de Obama se dio horas después de que el director del FBI, James Comey, dijera que la agencia le recomendará al Departamento de Justicia que no presente cargos como resultado de la investigación que realizó durante un año sobre el uso que hizo Clinton de un servidor privado de correo electrónico mientras era secretaria de Estado.
La primera aparición de campaña de Obama junto a la candidata cierra el ciclo de una relación que comenzó cordialmente mientras eran compañeros en el Senado, se tensó cuando fueron rivales en las primarias y se convirtió en estrecha como socios del primer mandato del actual presidente, cuando Clinton encabezó la diplomacia estadounidense.
Obama está destacando la fortaleza de carácter de Clinton buscando reforzar el apoyo entre los votantes que la encuentran poco fiable, una debilidad que el favorito a la nominación republicana, el magnate Donald Trump, ha tratado de explotar.
Clinton también necesita a Obama para atraer a los votantes jóvenes y de izquierda que apoyaron a Sanders y que fueron muy importantes en su campaña presidencial en 2008 y 2012.
Obama, por su parte, necesita una victoria de Clinton el 8 de noviembre para preservar su legado en una abanico de temas, desde salud y cambio climático hasta inmigración.
