Los últimos detenidos en relación con el ataque armado en el que el 9 de junio resultó herido de bala el exbeisbolista de Grandes Ligas David Ortiz fueron condenados este domingo a un año de prisión preventiva, al igual que el resto de detenidos que ya cumplen medidas de coerción por este caso.
Un juez de la Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo dispuso la medida contra Víctor Hugo Gómez Vásquez, señalado como autor intelectual del hecho, así como contra Alberto Rodríguez Mota, y Junior César La Hoz, todos ellos detenidos el pasado viernes, confirmó la Procuraduría General de la República.
Con estos, suman catorce las personas a quienes se les ha impuesto prisión preventiva en diferentes recintos penitenciarios del país por su vinculación con este caso, que fue declarado complejo.
La instancia con la solicitud de medidas de coerción también indica que Junior César La Hoz habría sido la persona que, aproximadamente un mes antes del hecho, puso en contacto a Víctor Hugo Gómez con el imputado Alberto Miguel Rodríguez Mota para que este, a su vez, lo conectara con los internos José Eduardo Ciprián y Carlos Rafael Álvarez para llevar a cabo la acción criminal.
Mientras, la Policía Nacional ofreció una rueda de prensa para dar detalles de los últimos avances en la investigación, e informó de que el entramado que cometió el hecho delictivo, del que en realidad era objetivo Sixto David Fernández Vásquez, iba a desembolsar 30.000 dólares por el atentado.
El portavoz de la institución del orden, el coronel Frank Félix Durán, informó de que Rodríguez Mota reveló ese dato sobre el pago al ser interrogado tras su arresto, aunque finalmente los autores materiales del hecho solo percibieron 10.000 dólares por haber equivocado en el objetivo, al confundir al exbeisbolita con Fernández Vásquez.
Según las investigaciones, Víctor Hugo Gómez Vásquez llamó a Alberto Rodríguez Mota para encargar un trabajo consistente “en darle para abajo a Sixto David Fernández”, para lo cual requirió la intervención de los imputados del caso que en ese momento guardaban prisión en la cárcel del 15 de Azua, dijo Durán.
Una semana antes del suceso ya estaban perfilados todos los detalles, y los artífices acordaron que el atentado se produciría en el establecimiento Dial Lounge de la zona oriental de Santo Domingo, que Sixto David frecuenta todos los domingos y donde finalmente se produjo el ataque en el que Ortiz y el comunicador Jhoel López resultaron heridos.
Sin embargo, Víctor Hugo Gómez Vásquez afirma que él no ordenó atentar contra su primo, y que la iniciativa partió de Junior César de la Hoz, que se tomó “la ligereza” de mandarlo matar a raíz de un comentario relativo a una supuesta delación pasada.
En concreto, le habría manifestado que no quería que Sixto David lo viera porque había tenido problemas con él y temía de que informase de que se encontraba en el país.
En este sentido, hay que señalar que Gómez Vásquez es buscado por la oficina antidrogas estadounidense (DEA), y que fue en el país norteamericano donde se le pudo ubicar por última vez, pero volvió a la República Dominicana, país al que entró de manera ilegal en una fecha no determinada.
Según señaló Durán, tras estas detenciones, a las autoridades solo les queda por apresar a Luis Alfredo Rivas Clase, alias ‘el Cirujano’, al que conminó a entregarse a la justicia, y apuntó que las autoridades aún disponen de un año para continuar con las investigaciones de lugar, al haberse declarado complejo este caso.
Entre las personas que ya guardan prisión preventiva en el país por el ataque están ellos Rolfi Ferreyra Cruz, confeso autor del disparo, y contra quien una corte federal en Nueva Jersey (EE.UU.) presentó cargos por drogas y porte de armas de fuego la semana pasada.
Tras sufrir el disparo, a Ortiz se le practicó una intervención quirúrgica de varias horas en un centro privado de Santo Domingo donde le extirparon parte de los intestinos, el colon, la vesícula y el hígado.
El 10 de junio el extoletero fue trasladado en un avión ambulancia hasta el Hospital General de Massachusetts, en Boston, donde fue objeto de una segunda operación, y donde permanece ingresado.
