Un jurado de Estados Unidos ha rechazado imputar a los agentes de la Policía de Ohio que en julio de 2022 dispararon casi una centena de veces contra Jayland Walker, un joven afroamericano desarmado durante una persecución, alegando que los policías actuaron en defensa propia.
El fiscal general del estado de Ohio, Dave Yost, ha confirmado que el jurado ha concluido que los agentes hicieron un uso correcto de la fuerza, durante la persecución de Jayland Walker, de 25 años, tras parar su vehículo al observar que tenía una luz rota.
“Se acercó a coger algo de su cinturón en lo que los agentes describieron como un gesto de sacar un arma, plantó el pie y se giró hacia los policías levantando la mano, ahí fue cuando ellos dispararon, creyendo que Walker les estaba disparando”, ha descrito el fiscal.
Según las declaraciones de los agentes, Walker se negó a detenerse durante la persecución y llegó a disparar contra los agentes antes de ser abatido. Walker iba desarmado, pero los agentes encontraron un arma en su vehículo.
En declaraciones recogidas por la cadena CNN, el fiscal ha añadido que “la ley permite a los agentes utilizar la fuerza letal para defenderse o defender a otros ante una amenaza que consideren mortal”.
La investigación, que utilizó además las cámaras que la Policía lleva incorporadas en su uniforme, comprobó que los ocho agentes presentes durante el incidente dispararon 94 veces contra Walker después de que en la grabación se escuchase “un sonido correspondiente con el disparo de un arma” desde el coche.
La muerte de Walker y la publicación del vídeo de las cámaras de los agentes provocaron la indignación de los ciudadanos de Akron, en Ohio, que se manifestaron tras conocerse los detalles del caso.
La familia de Walker pidió “paz y comprensión” tras los hechos, mientras que los políticos de la región trasladaron las condolencias a los familiares y exigieron una investigación transparente “lo antes posible”.
