No todas las entrevistas son cómodas, sencillas y fáciles. Estar en el centro del ojo público y ser objetivo de todas las miradas supone a veces tener que confesar grandes secretos y detalles personales. Y eso a Jennifer Lawrence y Chris Pratt no les hace ninguna gracia. La pareja protagonista de Passengers no tiene inconveniente en hacerlo saber a quien haga falta, a riesgo de quedar mal y ser criticados.
Ejemplo de ello ha sido la entrevista que estaban haciendo por teléfono para la emisora de radio australiana KIIS Summer Fling. La locutora Sophie Monk les preguntaba cuál había sido el lugar más emocionante en el que habían tenido sexo. Chris respondía que en un avión y Jennifer, de mala gana, reaccionaba diciendo que no tenía nada que decir, que le gusta sentirse segura y eso es lo que da morbo: la seguridad”. Tras sus palabras, los dos se marchaban sin haber terminado la entrevista y el representante se ponía al teléfono para cortar y justificar una situación muy incómoda.
