Dos atentados de asesinato contra uno de los candidatos, el presidente actual renuncia a su repostulación en medio de la campaña. Un candidato fue declarado culpable de 34 delitos, y una es candidata sin haber obtenido un solo voto a través de un proceso electoral de su partido. Además, es la primera candidata oficial que es mujer de raza negra y también descendiente de la India. Y como si esto fuera poco, esta candidata ha recaudado la astronómica suma de mil millones de dólares en tan solo cuatro meses, mientras que el hombre más rico del planeta está sorteando un millón de dólares diarios hasta las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre entre los votantes que firmen su petición de apoyo a la Constitución de los Estados Unidos.
En más de 40 años participando activamente en campañas electorales en los Estados Unidos, cuatro de ellas presidenciales, incluyendo ser delegado estatal a la Convención Nacional de un partido y coordinador de campaña de un condado en Florida, donde fui remunerado por ello, nunca había sido testigo de algo semejante a lo que ha estado sucediendo en esta campaña electoral, donde el país está totalmente dividido entre progresistas liberales y conservadores. Más aún, según las encuestas, esta división es aguda entre el voto femenino y masculino.
La actual vicepresidenta y candidata por el Partido Demócrata, Kamala Harris, se encuentra en la difícil tarea de presentar un plan de gobierno alentador hacia el futuro, ya que durante los últimos cuatro años ha sido parte de una administración en la que se ha disparado la inflación y, como consecuencia, ha aumentado significativamente el costo de la vida. Esto se agrava por una crisis en la frontera entre México y los Estados Unidos, donde más de 10 millones de personas han cruzado de manera ilegal en los últimos 4 años.
Por otro lado, tenemos al candidato por el Partido Republicano el expresidente Donald Trump, quien, aunque durante su gobierno la economía estaba relativamente estable, no supo administrar las consecuencias de la pandemia de COVID-19, donde nunca admitió que era un problema grave. El funesto resultado fue la lamentable pérdida de más de un millón de vidas. Además, su incendiario lenguaje rehusando aceptar su derrota electoral incentivó a miles de sus seguidores a causar una rebelión civil en el Capitolio de los Estados Unidos, donde también hubo muertos.
Un tema que ha causado grandes polémicas en esta campaña electoral entre Harris y Trump es el derecho reproductivo de la mujer, es decir, el aborto. Durante el mandato de Trump, la Suprema Corte de los Estados Unidos, con tres jueces nombrados por él, en combinación con otros dos jueces conservadores, anularon la famosa decisión Roe versus Wade, llevada a cabo en 1973, que otorgaba a la mujer el derecho a tomar su propia decisión sobre un aborto. Como resultado, la Suprema Corte, con una votación de 5 a favor y 4 en contra, favoreció que cada estado de la Nación Americana determinara individualmente la forma más adecuada de abordar el tema, y a la vez, esta acción eliminó el derecho constitucional. Como resultado, 22 estados de los 50 que componen la Unión Americana han prohibido el aborto total o parcialmente.
Ha sido una campaña caracterizada más bien por insultos personales y acusaciones falsas por ambas partes y no por temas esenciales que afectan a la gente. Las encuestas actualmente indican un empate técnico o uno por encima del otro dentro del margen de error.
¿Quién saldrá victorioso? No lo sé. Son unas elecciones ATÍPICAS.
