La personalidad, se basa en valores inherentes y adquiridos, que hacen que una persona se distinga de otra, “son las cualidades y características de comportamiento tales como: adaptación, intereses, valores, impulsos, autoconcepto, habilidades y patrones emocionales, que pueden observarse a través de las relaciones interpersonales, en el medio social”.
Cuando las personas se refieren a otra, con el término “ese no tiene personalidad”, están errados. La personalidad la componen el carácter, que son características innatas y el temperamento, que es son características adquiridas, como cualidades y valores.
Según la psicología cognitiva, la personalidad se desarrolla, en un proceso de observación de comportamientos, lo cual conduce a la adaptación y la asimilación y muy especialmente, cuando esos comportamientos son recompensados.
Hay 12 tipos de personalidad, que determinan no solo el comportamiento, sino el estado de ánimo del individuo, según la psicología estos son: Esquizoide, 2. Evita. 3. Melancólico. 4. Dependiente. 5. Histriónico. 6. Tempestuoso. 7. Narcisista. 8. Antisocial. 9. Sádico. 10. Compulsivo 11. Negativista. 12. Masoquista.
Según la teoría evolutiva son 12 tipos de personalidad, más 3. Los 3 últimos, son patrones adicionales que representan estados patológicos de la personalidad más graves, tales como: 1. Esquizoide. 2. Límite. 3. Paranoide.
La psicología clínica estudia los tipos y desórdenes de la personalidad, algunos interfieren en el desempeño y funcionamiento del individuo, lo que hace necesario una temprana intervención profesional y seguimiento.
* Martina Soriano periodista y consejera de salud mental.