La Presidencia de turno de la Unión Africana ha solicitado la liberación del presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, y ha reclamado la apertura de un proceso de diálogo para poner fin a lo que ha descrito como un “cambio inconstitucional” de Gobierno, en alusión al motín militar del martes.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ha plasmado en nombre del bloque continental su condena a la rebelión militar, que se ha traducido en el arresto de Keita –que ya ha anunciado su dimisión– y en la de varios miembros del Gobierno maliense.
Ramaphosa ha solicitado “el retorno inmediato a un régimen civil” y “la vuelta de los militares a los cuarteles”. En este sentido, ha instado a todas las partes a “respetar el Estado de Derecho e iniciar un diálogo pacífico” para resolver la actual crisis.
El presidente sudafricano ha aprovechado también para pedir a “toda la comunidad internacional” que se sume al llamamiento de la Unión Africana y rechace cualquier posible cambio de Gobierno en Malí para intentar lograr en última instancia la restauración de una administración “civil y democrática”.
Además de la Unión Africana, también han condenado el golpe a nivel regional la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que ha cerrado fronteras, y el G5 Sahel, la alianza de la que forma parte Malí junto a Mauritania, Níger, Chad y Burkina Faso.
El grupo de militares golpistas que ha forzado la dimisión del presidente de Malí ha anunciado a primera hora de este miércoles la creación de un Comité Nacional de Salvación del Pueblo, con el objetivo de llevar al país a la celebración de elecciones en “un plazo razonable” y restaurar la estabilidad.