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Barahona, R. D.-Rolfi Díaz Cuevas, desde niño estaba en el evangelio. Buscó trabajo e ingresó a la Policía Nacional, pasando a la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), institución en la que sirvió por 15 años, hasta su hora final. Combinaba su trabajo de policía, en donde alcanzó el grado de sargento mayor, con el de pastor de una iglesia evangélica, pero nunca pensó que en la “Casa del Señor”, alguien se atreviera a arrancarle la vida justo cuando se disponía abrir la congregación para predicar las Buenas Nuevas.
El sargento mayor de la Policía Nacional, Rolfi Díaz Cuevas, quien prestaba servicio en Amet de esta ciudad de Barahona.
El cadáver fue examinado por el médico legista Miguel García Ortiz, en presencia del fiscal Jorgelín Montero Batista y del mayor López, de la Dirección de Investigaciones Criminales (DICRIM), así como otros miembros de la institución del orden público.
Díaz Cuevas, pastoreaba la iglesia evangélica “Defensores de la Fe Cristiana Rosa de Sarón”, en su natal comunidad de Cristóbal y cuando se disponía a abrir la congregación fue ultimado por dos sujetos identificados solo como “El Yeri” y “La Fila”, quienes se dieron a la fuga, por lo que son activamente buscados por oficiales de la DICRIM Regional Sur de la Policía Nacional.
Según informaciones obtenidas por Listín Diario, la muerte del suboficial de policial, asignado a Amet, está relacionado con la muerte de Julio Peña, de 19 años, supuestamente ultimado por un tío y un hermano del pastor, en un incidente ocurrido en la emergencia del hospital Doctor Teófilo Gautier de Las Salinas, después de un riña en septiembre del 2014 en el municipio de Cristóbal.
Un hermano de Peña se salvó porque logró escapar de la emergencia del centro de salud.
Su cadáver fue depositado en la morgue y pasadas las diez de la noche trasladado a la Regional del Instituto Nacional de Ciencias Forense (Inacif), con asesinato en Azua para practicarle una autopsia.
Consternación
La comunidad evangélica, no solo del municipio de Cristóbal, sino de toda la región, se encuentra consternada por el asesinato del pastor Rolfi Díaz Cuevas, quienes reclaman justicia.
El copastor de la iglesia evangélica “Defensores de la Fe Cristiana Rosa de Sarón”, Wilman Cuevas Plata, definió a la víctima como una persona sencilla, tranquila, honesta que desde pequeño entregó su vida al Señor y a predicar el evangelio.
Cuevas Plata dijo que en el municipio de Cristóbal todo el mundo le quería, ya que era una persona tranquila, servicial, quien a pesar de su edad, unos 37 años, daba siempre consejos.