La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha lamentado este miércoles que la Unión Europea y Turquía se alejen por la crisis abierta en el Mediterráneo, desatada por la exploración petrolífera turca en aguas cuya jurisdicción reclaman Grecia y Chipre.
Durante el discurso sobre el Estado de la Unión que ha tenido lugar en la sede de Bruselas del Parlamento Europeo, la conservadora alemana ha señalado que Chipre y Grecia siempre podrán contar con la “total solidaridad” de Europa a la hora de proteger su soberanía.
“Turquía es y será siempre un importante vecino. Pero mientras estamos muy cerca en el mapa, la distancia entre nosotros parece estar creciendo”, ha asegurado la jefa del Ejecutivo comunitario a los eurodiputados, en la parte de su discurso dedicada a los asuntos exteriores de la UE.
Aunque ha destacado que Turquía es un actor que opera en una región convulsa y que en la actualidad acoge a millones de refugiados, Von der Leyen ha insistido en que nada justifica “sus intentos de intimidar a sus vecinos”.
Por todo ello, ha considerado que es necesario crear espacio para el diálogo y que “la única salida” a la crisis pasa por sentarse en torno a una mesa. “Es el único camino a la estabilidad y a una solución duradera”, ha subrayado.
Actualmente la diplomacia europea mantiene contactos con los principales actores para rebajar la tensión militar en la zona y Alemania lidera los esfuerzos para que Ankara y Atenas traten sus diferencias marítimas en una mesa de diálogo.
En la misma línea, Von der Leyen ha defendido que apaciguar las hostilidades en el Mediterráneo es una cuestión de “mutuo interés” para la UE y Turquía y, en este sentido, ha valorado como un paso positivo que el buque de investigación ‘Oruc Reis’ se haya retirado de las aguas que están en disputa.
