El presidente electo Donald Trump planea integrar a su gabinete a otro rico empresario y gran donador de campaña, el ejecutivo de comidas rápidas Andrew Puzder, a quien anunció como el próximo secretario del Trabajo.
Puzder dirige CKE Restaurants Holdings, la compañía matriz de diversas cadenas restauranteras como Carl’s Jr. y Hardee’s. En 2010, el empresario publicó un libro llamado “Job Creation: How it Really Works and Why Government Doesn’t Understand It” (Creación de empleos: Cómo funciona realmente y por qué el gobierno no la entiende).
“Andy luchará para hacer que los trabajadores estadounidenses estén más seguros y sean más prósperos al aplicar estándares justos de seguridad laboral y garantizar que los trabajadores reciban las prestaciones que merecen, y salvará a las pequeñas empresas de las cargas aplastantes por las normas innecesarias que están suprimiendo el crecimiento de las fuentes de trabajo y de los salarios”, declaró el presidente electo en un comunicado.
En el mismo texto, Puzder afirmó que se sentía honrado “de contribuir con el presidente electo Trump a la restauración del liderazgo económico global de Estados Unidos”.
El empresario californiano fue uno de los primeros aportadores de recursos para la campaña de Trump, fungió como copresidente de su equipo de finanzas en California y organizó actos de recaudación de fondos mucho antes de que la mayoría de los grandes donadores apoyaran a quien finalmente sería el candidato presidencial republicano.
En conjunto con su esposa, Puzder aportó 150.000 dólares a finales de mayo a la campaña de Trump y a socios del Partido Republicano, según expedientes sobre recaudaciones de recursos con fines políticos.
Como uno de los defensores más francos de Trump, Puzder salió con frecuencia en programas noticiosos por cable y en tuits con el fin de hablar sobre los beneficios de tener a un líder de negocios en la Casa Blanca.
Una semana después de la elección de Trump, Puzder dijo que coincidía con el objetivo del presidente electo de reducir las normas que regulan a las empresas.
“Hemos llegado al punto donde el exceso de normas perjudica considerablemente a nuestros negocios”, afirmó Puzder durante la Conferencia de Finanzas y Desarrollo de Restaurantes efectuada el mes pasado en Las Vegas. El empresario señaló entonces como obstáculos los elevados costos de la mano de obra, el aumento de los costos de la atención médica y las decisiones “políticas y sociales” del gobierno.
Los dirigentes sindicales censuraron que Puzder sea el próximo secretario del Trabajo porque —afirman— cuidará los intereses de los millonarios, no los de los obreros.
El presidente de la central sindical AFL-CIO, Richard Trumka, dijo en un comunicado que Puzder tiene un “historial de negocios que se caracteriza por combatir a los trabajadores”.
El próximo líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer, dijo que hay motivos para ser escépticos de Puzder.
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Por JULIE BYKOWICZ y ALAN FRAM