Toyota es una compañía innovadora. Fue la primera en producir un híbrido de forma masiva, y trata de hacer lo mismo con el Marai, un auto propulsado con hidrogeno del cual Toyota ha entregado casi 6,000 patentes de forma gratuita a sus competidores. Sin embargo, algunos de sus modelos de autos parecen no conocer el paso del tiempo, anquilosados pasivamente mientras la competencia cambia a su alrededor.
El mejor ejemplo es nuestra camioneta de prueba esta semana, la Toyota Tundra. Concebida para enfrentarse a los caballos de batalla de tamaño completo de Detroit y con casi 20 años en el mercado, solo estamos en su segunda generación, que fue presentada en el 2007, donde creció en tamaño y perdió algo del refinamiento del modelo que sustituía. La Tundra, no ha logrado incursionar con demasiada fuerza en este segmento tradicionalmente dominado por Detroit, y lo que es peor, mientras que sus principales competidores han sido completamente rediseñados, esta continua casi inamovible al paso del tiempo.
A pesar de esto, la Toyota Tundra cuenta con una buena legión de fanes y es muy admirada por su confiabilidad. Tanto, que es la única de todo el mercado que la prestigiosa publicación “Consumer Report”, coloca con un puntaje sobre la media en ese renglón. El indicador de confiabilidad es quizás el más difícil para este sector, pues las camionetas sufren más abusos diarios y cubren más millas que el resto de los vehículos. Hace dos años en una visita a la planta en San Antonio Texas, desde donde salen todas las Tundras vendidas en Estados Unidos, pude contemplar la primera Toyota Tundra que oficialmente se conociera había sobrepasado el millón de millas recorridas. El estado mecánico, e incluso cosmético de esta camioneta es admirable.
El mejor atributo de la Tundra es su V-8 de 5.7 litros, que produce potencia sin esfuerzo brindado 381 caballos. El otro motor disponible es también de V-8, pero de 4.6 litros y 310 caballos. El 4.6 litros es bastante refinado, pero la mayoría de los compradores de doble cabina y CrewMax optan por el 5.7. Al comprar una Tundra con el V8 de 5.7 litros, se obtiene un paquete de remolque estándar que incluye modos de transmisión de remolque, un enganche y cableado de remolque que muchas veces se ofrece como equipo opcional en algunos modelos de la competencia.
Precisamente, es en el motor donde la Tundra exhibe el paso del tiempo. Con el motor más pequeño y la tracción en las ruedas traseras logra 15 millas por galón y 19 en carretera, números no tan espantosos, pero con el motor más grande de 5.7 litros y solo con tracción en las ruedas traseras, el consumo desciende a 13 mpg en ciudad y 18 mpg en la carretera, dígitos poco apetitosos para los que lleven cuenta de sus gastos mensuales en combustible. Camionetas similares con motor V8 de RAM y Nissan obtienen una mejor economía de combustible.
Tanto las Tundras de cabina extendida como las de cabina doble, pueden acomodar a cinco o seis pasajeros con mucho espacio y comodidad. Al ser una camioneta pickup, la Tundra ofrece gran variedad de calidades de acabado, desde los más espartanos, hasta los de buen lujo. Las Tundras de borde inferior ofrecen un asiento de banco de tela o vinilo, mientras que las líneas de acabado más altas están equipadas con un par de cómodos asientos de cuero en la parte delantera.
El acabado interior en los médelos inferiores se nota algo anticuado, con materiales que pueden parecer baratos. La mayoría de los plásticos interiores son duros al tacto, aunque los tableros y los plásticos de las puertas son de grano fino. Acentos de aspecto metálico y algunas costuras moldeadas dan un toque de vida. El sistema de info-entretenimiento de la Tundra es tolerable, funciona de manera adecuada, pero no es intuitivo. La mayoría de las Tundras vienen con una pantalla táctil de 7 pulgadas armada con un reproductor de CD, radio HD, puertos USB y auxiliares, reconocimiento de voz, transmisión por Bluetooth, Siri Eyes Free y radio satelital. Los ajustes más altos ofrecen navegación integrada con actualizaciones de tráfico y clima, así como un sistema de audio JBL de 12 bocinas. Debido a la falta de Apple CarPlay y Android Auto, la tecnología del vehículo de la Tundra se queda detrás en comparación con la competencia.
Un aspecto donde esta camioneta sobresale en su clase es la seguridad. Toyota Safety Sense P (TSS-P) viene estándar en todos los acabados, ofreciendo prevención de colisiones incluido con peatones, advertencia de cambio de carril, control de crucero por radar y faros automáticos de luces altas. Ford, Chevy y RAM cobran extra por estas características.
En carretera, si bien la Tundra no es terrible de manejar, se siente arcaica y un tanto desfasada en comparación con competidores más ligeros y poderosos. Debido a la firme suspensión de la Tundra, los golpes más fuertes se transmiten a la cabina, lo que se traduce en una conducción algo sobresaltada al conducir sobre superficies ásperas. Los amortiguadores mejorados en la TRD Pro y los modelos con el paquete TRD Off-Road, mejoran ligeramente la calidad de manejo, así como también administran mejor los movimientos del cuerpo en las curvas.
La más económica de las 2019 Tundras con cabina extendida cuesta $31,420 dólares, precio algo elevado si lo comparamos con la competencia. La Tundra SR5 cuesta alrededor de $34,500 para comenzar y es la puerta de entrada a más opciones, y el popular estilo de cabina doble. La Tundra Limited agrega aproximadamente $10,000 dólares a la ecuación, pero está bien equipada con asientos de cuero con calefacción, control de clima automático de doble zona, un V-8 de 5.7 litros, un paquete de remolque, navegación y algunas otras características. En los acabados superiores como la Platinum o la 1794 Edition, los precios comienzan alrededor de los $47,000 dólares, precio inferior que casi todos los competidores en ese rango.
Mientras muchos competidores braman sobre ser los líderes en potencia, mayor capacidad de carga o remolque o la mejor economía de combustible de su clase, Toyota sigue apacible con una Tundra, que destaca por méritos menos tangibles, pero seguro apreciados por muchos; durabilidad. La Tundra es competitiva, pero no es líder en su clase en estas áreas, y para la mayoría de los compradores, eso, es suficiente.