La compañía de transporte aeroespacial SpaceX lanzó este martes al espacio el Falcon Heavy, su mayor cohete, con 24 satélites a bordo pertenecientes al Pentágono, a la NASA y a otros clientes públicos y privados.
El lanzamiento del Falcon Heavy se produjo en el Centro Espacial John F. Kennedy (Florida, EE.UU.) a las 02.30 hora local (06.30 GMT), tres horas más tarde de lo inicialmente previsto debido a pruebas adicionales sobre los sistemas del cohete.
Está previsto que la misión, llamada Space Test Program-2 (STP-2) por el Departamento de Defensa y gestionada por el Mando Espacial de la Fuerza Aérea y el Centro Espacial de Sistemas y Misiles, dure unas seis horas hasta su retorno a la Tierra.
Se trata del tercer vuelo del Falcon Heavy después del primero, de prueba, que hizo el año pasado, y el segundo, en abril, para lanzar un satélite de telecomunicaciones saudí al espacio.
Es la primera vez que el Pentágono ha autorizado el lanzamiento de sus equipos en un cohete reutilizado.
El fundador y propietario de SpaceX, Elon Musk, había definido el lanzamiento de hoy como “el más difícil” de la historia de la compañía aeroespacial.
El Falcon Heavy lanzará en las próximas horas en tres niveles diferentes del espacio un total de 24 satélites pertenecientes al Pentágono, a la NASA, a Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y a compañías privadas, como la Sociedad Planetaria, que envía un demostrador de vela solar.
También incluye un satélite de investigación de la Fuerza Aérea, el llamado “reloj atómico” de la NASA o un satélite también de la NASA con combustible a base de nitrato de hidroxilamonio, nunca antes probado y menos contaminante que el habitualmente usado y muy tóxico hidrazina.
El cohete también lanzará al espacio las cenizas de 152 personas.