Por: Dr. Ysócrates Andrés Peña Reyes |
Dentro de su visión estratégica en torno a un correcto encauzamiento del país, para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), en estos tiempos en que tantos males atentan en contra de la integridad de nuestras familias y de la sociedad dominicana en su conjunto, debemos recurrir a las madres como primordial soporte moral de nuestra nación, a fin de que tengan una participación más activa no solamente en la vigilancia y educación de sus hijos, sino también, en la dirección del Estado y las entidades políticas y sociales.
De lo que visualiza como tarea prioritaria, imponerse a nuestras progenitoras desbloquear el letargo que ha primado en ellas con relación a la conducción y supervisión de las decisiones en el ámbito de los diferentes estamentos públicos y privados, debiendo pasar a ser de simples espectadoras a las principales actoras dentro de las iniciativas y ejecutorias sociopolíticas, a fin de que ciertamente nos conduzcamos hacia la edificación de entornos que garanticen a todos por igual la paz, la seguridad ciudadana y la justicia social, para con ello, transformar en una realidad palpable el bienestar integral y el desarrollo sostenible.
Cometido que asume, bajo el entendido que nuestra sociedad para renovarse, le es indispensable abrazarse a sus valores más puros y sanos usando de columnas a las madres, correspondiendo por tanto a ellas, llenarse del valor, la fuerza y templanza, que les permitan integrarse a tareas y responsabilidades que sobrepasen su actual rol en el hogar o la del mero empleo para el sostenimiento de su núcleo familiar, para así tener el lugar protagónico que se les reclama, destinado a sacar a las familias dominicanas de su resquebrajamiento, así como para eliminar los altos grados de caos, pobreza y atraso social que golpean a la población nacional.
Lineamientos sugeridos por el CRD:
Sus diversos estudios concluyen, que la referida integración no espera más, urgiendo a las madres dominicanas como mentoras y guías de sus hijos, enmarcar las metas y objetivos que estos deben ejecutar, para bloquear el acelerado proceso de caída de los valores morales, generador del crecimiento de la delincuencia en todos los estratos sociales.
Proceso que entiende exige a las mismas junto con cuestionarse, asumir un comportamiento que permita entender que si bien es cierto que es necesario vacunar a sus hijos para protegerlos de las enfermedades físicas, resulta mucho más relevante su vacunación contra las enfermedades sociales, por ser las más peligrosas, ya que quizás no destruyan el cuerpo, pero corroen la mente y el alma de los humanos.
Propósito que valora su dimensión social, teniendo como punto de partida que éstas deben tomar bajo su conducción la labor de saneamiento moral, con la finalidad de contribuir que además de que sus hijos sean sanos y puedan convivir dentro de un orden de justicia y paz, inculcar y concientizar a los mismos que es preferible vivir humildemente pero con la satisfacción de ser honestos, al ser finalmente más beneficioso detentar esta virtud que poseer fortunas provenientes de dudosas actividades, ya que, de nada serviría tener riquezas mal habidas, cuando la sociedad y Dios les señalen como personas indignas.
Para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) si todas las madres cumplen con las metas que les son requeridas, guiando a sus hijos por el camino de la estricta práctica de la honestidad, la responsabilidad y el cumplimiento de sus deberes respecto a la sociedad, construiremos una República Dominicana gloriosa y triunfante, como lo han enarbolado en sus luchas y sacrificios Ercilia Pepín, Filomena Gómez, las hermanas Mirabal y otras grandes mujeres de nuestra historia pasada y presente.
El autor es:
Dr. Ysòcrates Andrés Peña Reyes, Director General del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), Abogado y Politólogo. Correo: crdnordeste@yahoo.es.