En Manoguayabo, pequeña empresa fabrica pupitres para la Revolución Educativa. No hay que traerlos de China. “Antes era difícil”, confiesa Pablo Rancier, que ha rescatado la empresa familiar a punto de cerrar.
Los pequeñitos empresarios se quejaban de los gobiernos.
Porque no les daban la oportunidad, porque no creían en ellos y porque no les facilitaban los trámites.
Además, porque no conseguían dinero prestado a buen precio y cuando conseguían un contratito, les pagaban tarde.
El gobierno de Danilo trajo la democratización de las compras públicas. Hay cariño ahora. Sentimos cariño por el esfuerzo emprendedor. Afanamos por resolver muchos de esos inconvenientes.
A través de sorteos y licitaciones transparentes, miles de empresarios chiquitos han tenido la oportunidad de hacer negocio con el Estado y ganar dinero.
El año pasado, el 84% de las compras públicas fueron adjudicadas a mipymes: 194 mil 673 millones de pesos. Casi 200 mil millones de pesos.
De 19 mil proveedores del Estado en 2012, ahora son 62 mil 500. De 2 mil y pico de mujeres proveedoras en 2012, ahora, 14 mil 200.
Gobernamos con la gente y para la gente.