Esta decisión contradice las numerosas garantías de respeto y protección de los derechos humanos de todos los afganos, incluidos los de las mujeres y las niñas, que los representantes del régimen Talibán han proporcionado a la comunidad internacional durante los debates y las negociaciones de la última década”
Las autoridades afganas de facto advierten que, de no obedecer, castigarán a los hombres de sus familias. La Misión de la ONU señala que la medida contradice las declaraciones de los talibanes garantizando el respeto de los derechos humanos de las mujeres y de todos los afganos.
Los gobernantes talibanes de Afganistán ordenaron el sábado 7 de mayo a todas las mujeres usar la burka, que cubre todo el cuerpo, en público, una medida que confirmó los peores temores de los defensores de derechos humanos y está destinada a complicar aún más las negociaciones con la ya desconfiada comunidad internacional.
El decreto señala que las mujeres deben salir de casa sólo cuando sea necesario y que los familiares varones se enfrentarán a un castigo que empieza con una orden de comparecencia y llega hasta las audiencias judiciales y encarcelen caso de que las mujeres infrinjan el código de vestimenta.
Se trata del más reciente de una serie de decretos represivos emitidos por los gobernantes talibanes, si bien no todos se han aplicado. El mes pasado, por ejemplo, el Talibán prohibió a las mujeres viajar solas, pero tras un día de oposición, desde entonces se ha ignorado en silencio.
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán manifestó su preocupación por lo que parecía ser una orden formal que se aplicará y se hará cumplir, y añadió que pedirá aclaraciones a los talibanes sobre la decisión, la autoridad de facto de ese país, de que las mujeres deben cubrirse el rostro en público y quedarse en sus casas, saliendo únicamente en casos de necesidad.
El decreto, que exige que las mujeres sólo muestren los ojos y recomienda que vistan la burka que cubre todo el cuerpo, evoca restricciones similares impuestas a las mujeres durante el anterior gobierno Talibán, entre 1996 y 2001.
“Queremos que nuestras hermanas vivan con dignidad y seguridad”, sostuvo Khalid Hanafi, ministro interino de vicio y virtud del Talibán.
Previamente, el Talibán decidió no reabrir las escuelas para las niñas más allá de sexto grado, dando marcha atrás a una promesa previa y optando por tranquilizar a su base intransigente a costa de distanciar más a la comunidad internacional.
Pero este decreto no cuenta con el apoyo generalizado de unos dirigentes que están divididos entre los pragmáticos y los de línea dura.
La decisión interrumpió los esfuerzos del Talibán de obtener el reconocimiento de posibles donantes internacionales en un momento en que el país está inmerso en una crisis humanitaria que empeora.
“Para todas las mujeres afganas dignas que usan el hiyab es necesario y el mejor hiyab es el chador (el burka de pies a cabeza) que es parte de nuestra tradición y es respetuoso”, dijo en un comunicado Shir Mohammad, un funcionario del Ministerio de vicio y virtud.
“Las mujeres que no son demasiado mayores o jóvenes deben cubrirse su rostro, excepto los ojos”, añadió. “Los principios islámicos y la ideología islámica son más importantes para nosotros que cualquier otra cosa”, dijo Hanafi.
La disposición también señala que, si las mujeres contravienen la ordenanza, los hombres de sus familias serán castigados.
De acuerdo con la información recibida por la UNAMA, la medida no es una recomendación sino una directiva formal.
La UNAMA señaló que la decisión contradice las repetidas declaraciones de los talibanes garantizando que respetarían y protegerían los derechos humanos de todos los afganos, incluidas las mujeres y las niñas.
Dichas afirmaciones fueron hechas durante las discusiones y negociaciones que la comunidad internacional sostuvo con representantes del Talibán en los últimos diez años.
Cuando los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021, aseguraron una vez más que todas las mujeres gozarían de sus derechos en el ámbito laboral, educativo y social.
Atropellos a los derechos de las mujeres
Los despachos de prensa sobre la nueva normativa reportan que las mujeres deberán usar burkas que las cubran desde la cabeza hasta los pies, mostrando sólo los ojos, como tuvieron que hacerlo en el periodo en que los talibanes gobernaron el país, de 1996 a 2001.
El nuevo atropello contra las mujeres se suma al de no permitir que las niñas asistan a la escuela secundaria, en vigor desde septiembre pasado, poco después de que los talibanes tomaran el control del país.
Con ese mandato, también se prohibió que las maestras regresaran a sus trabajos.
Esas medidas recibieron una amplia condena en todo el mundo y socavaron las promesas de los talibanes en el sentido de que seguirían estándares internacionales para establecer relaciones positivas en el plano global.
La UNAMA buscará aclaraciones
La Misión de la ONU informó que “solicitará reuniones de inmediato con las autoridades de facto talibanes para buscar aclaraciones sobre esta decisión”.
Además, señaló que llevará a cabo consultas con miembros de la comunidad internacional para determinar las implicaciones de esta orden.
Desde que los talibanes tomaron el poder, los donantes recortaron la asistencia al desarrollo e impusieron sanciones al sistema bancario del país, colocando la economía afgana en situación de colapso.
El 30 de agosto de 2021, el Consejo de Seguridad adoptó una resolución pidiendo a los talibanes que permitieran el tránsito seguro para todas las personas que decidieran salir del país.
Crisis humanitaria
Luego, en septiembre, se realizó una reunión de alto nivel en Ginebra, en la que la comunidad internacional prometió más de 1200 millones de dólares en ayuda humanitaria para el pueblo afgano.
Con casi 23 millones de personas en situación de hambre, Afganistán va rumbo a convertirse en la mayor crisis humanitaria del mundo, con necesidades superiores a las de Yemen, Etiopía, Siria o Sudán del Sur.
Frente a este escenario, la ONU y sus socios humanitarios hicieron en enero un llamamiento a reunir más de 5.000 millones de dólares para Afganistán para reactivar los servicios básicos en el país.
La ONU ha manifestado repetidamente el compromiso de mantenerse en el terreno entregando ayuda humanitaria para salvar las vidas de los afganos.
“Para todas las mujeres afganas dignas que usan el hiyab es necesario y el mejor hiyab es el chador (el burka de pies a cabeza) que es parte de nuestra tradición y es respetuoso, las mujeres que no son demasiado mayores o jóvenes deben cubrirse su rostro, excepto los ojos, los principios islámicos y la ideología islámica son más importantes para nosotros que cualquier otra cosa”