La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó hoy los recientes asesinatos de dos defensores de derechos humanos y un periodista que estaban bajo un mecanismo de protección del Gobierno mexicano.
Los defensores José Santiago Gómez Álvarez y Noé Jiménez Pablo, fueron hallados sin vida el 17 de enero en el municipio de Amatán, en el estado de Chiapas, mientras que el periodista José Rafael Murúa Manríquez, fue asesinado el pasado domingo en el municipio de Mulegé, en el estado de Baja California Sur.
Jiménez y Murúa eran beneficiarios del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, operado por la Secretaría de Gobernación.
“El hecho de que tanto Murúa como Jiménez fueran beneficiarios del mecanismo de protección debe llevar a una profunda reflexión sobre su eficacia. Las medidas de protección otorgadas, así como su implementación, efectividad y seguimiento, deben ser analizadas y evaluadas”, dijo Jan Jarab, representante de la ONU-DH en México, mediante un comunicado.
“En estos casos las víctimas ya habían denunciado con anterioridad amenazas y hostigamientos, señalando incluso a autoridades como responsables de dichos actos”, añadió.
El representante explicó que dichas denuncias “deben ser investigadas de forma exhaustiva, sin dejar de lado las líneas que indiquen un posible involucramiento de servidores públicos y así contribuir a luchar contra la impunidad y prevenir que hechos similares”.
Además, llamó a las autoridades mexicanas a “esclarecer completamente” estos crímenes y señaló que “la mejor medida de protección y de no repetición en los casos de agresiones contra defensores y periodistas es una investigación pronta y eficaz que logre justicia para las víctimas”
La ONU-DH pidió a las autoridades competentes a llevar a cabo investigaciones prontas y eficaces de los ataques contra los defensores y el periodista, exentas de prejuicios y en línea con el debido proceso y adoptar medidas de atención y protección eficaces para los familiares y colegas de las víctimas.
Además, se deben esclarecer completamente estos crímenes y recordó que la mejor medida de protección y de no repetición en los casos de agresiones contra defensores y periodistas es “una investigación pronta y eficaz que logre justicia para las víctimas.”
La ONU-DH llamó a las autoridades competentes a llevar a cabo investigaciones prontas y eficaces y señaló que estas actividades “deben ser protegidas e incentivadas” por el Gobierno mexicano en su conjunto ya que “se trata de actores fundamentales para un Estado democrático y de derecho”.
A los asesinatos de Gómez Álvarez y Jiménez Pablo se sumó el defensor Sinar Corzo, ocurrido el 3 de enero, en Chiapas, con lo que tres defensores han sido asesinados en 2019, mientras que en 2018 se registraron 13 asesinatos de personas defensoras de derechos, registrados en México por la ONU-DH.
En la nota, la ONU-DH recordó que el año pasado tuvo conocimiento de al menos 12 asesinatos de periodistas, mismo número que en 2017 y ahora el 2019 comenzó con el asesinato de Murúa Manríquez.(EFEUSA).-