El presidente Barack Obama negó enérgicamente que un pago de 400 millones de dólares en efectivo a Irán fuera un rescate para asegurar la liberación de cuatro estadounidenses encarcelados en Teherán. Defendió la transacción como una evidencia de que el acuerdo nuclear con Irán ha permitido avance en otros asuntos.
“Éste no un tipo de acuerdo infame”, dijo Obama el jueves durante una conferencia de prensa en el Pentágono.
El dinero fue enviado al gobierno iraní en enero, al mismo tiempo fue establecido el acuerdo nuclear y los estadounidenses fueron liberados. El pago fue parte de una disputa de décadas sobre un fallido acuerdo de equipo militar de la década de 1970, antes de la revolución islámica de 1979.
El mandatario además arremetió contra las insinuaciones del candidato presidencial republicano Donald Trump de que la elección de noviembre podría ser manipulada, y calificó tal aseveración como “ridícula”. Agregó Obama que su consejo para Trump, un candidato al que ha declarado “incompetente” para la presidencia, era que “salga y trate de ganar la elección”.
Trump y la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton estarán pronto recibiendo información confidencial sobre amenazas de seguridad nacional y la postura de las fuerzas armadas estadounidenses. Al preguntársele si le preocupaba que Trump tuviera acceso a tal material, Obama dijo simplemente que aquellos que quieren ser presidente necesitan actuar en concordancia.
“Eso significa ser capaz de recibir estos informes y no divulgarlos”, subrayó.
La presentación del presidente ante reporteros se dio tras una reunión de horas con líderes militares en el Pentágono para tratar sobre el combate al grupo Estado Islámico.
Al respecto, Obama dijo que ha habido logros para debilitar a la organización extremista en Irak y Siria, pero admitió que el grupo aún representa una amenaza para Estados Unidos y que está cambiando sus tácticas para realizar ataques en otras partes del mundo.
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Josh Lederman