En su primer día como entrenador de Brasil, Tite expresó ya preocupación sobre la posibilidad de que la selección no se clasifique al Mundial de 2018.
El técnico, cuyo nombre real es Adenor Laonardo Bacchi, manifestó el lunes que ese riesgo existe. Brasil se ubica en el sexto puesto de la eliminatoria mundialista, por lo que estaría fuera si ésta concluyera hoy.
La Confederación Brasileña de Fútbol ratificó el lunes a Tite como nuevo técnico, en reemplazo de Dunga, destituido tras el fracaso de Brasil en la Copa América del Centenario, donde quedó eliminado en la fase de grupos con una derrota ante Perú.
El nombramiento de Tite fue anunciado originalmente el miércoles por Roberto de Andrade, presidente de Corinthians, pero la Confederación no lo confirmó sino hasta después de firmar el contrato.
En una conferencia de prensa realizada en Río de Janeiro, Tite reconoció que le habían “temblado las piernas” ante la posibilidad de tomar el puesto, luego de la serie de humillaciones que se ha llevado el fútbol brasileño en los años recientes.
“El objetivo es la clasificación a la Copa del Mundo, y no estamos en zona de clasificación”, dijo. “Existe el riesgo. Si no aceptamos ello, estamos negando la realidad. Estoy aquí porque desafortunadamente los resultados no han llegado. Pero hay potencial de crecimiento y de conseguir un lugar”.
Brasil es la única selección del mundo que no se ha perdido una sola edición del Mundial, que se disputa desde 1930.
En la eliminatoria para Rusia 2018, la “Canarinha” tiene nueve puntos en seis cotejos. Uruguay y Ecuador son líderes con 13, seguidos por Argentina con 11 y Chile y Colombia con 10. Hay sólo cuatro boletos directos, mientras que la selección que ocupe el quinto lugar deberá disputar un repechaje.
En 2015, Corinthians conquistó el campeonato brasileño bajo la batuta de Tite, quien dirigió también el club en 2012, cuando se coronó en la Copa Libertadores y en el Mundial de Clubes.
Tras esos títulos internacionales, Tite dejó al “Timao” en 2014 y quedó disponible para dirigir la selección, pero la Confederación decidió dar otra oportunidad a Dunga, quien estuvo al frente en Sudáfrica 2010.
Recientemente, Tite admitió que la Confederación buscó negociar con él desde hace meses. Sin embargo, dijo que prefirió no sostener conversaciones sino hasta que Dunga no fuera ya el técnico.
Comentó que Marco Polo del Nero, presidente de la Confederación, accedió a no interferir en sus decisiones. En 2015, Tite firmó una petición a favor del despido de Del Nero, quien puede ser arrestado si viaja fuera de Brasil, en medio de las acusaciones relacionadas con el escándalo que estremeció a la FIFA el año pasado.
“La invitación es para ser el técnico de Brasil. Es la mejor forma para que yo ayude con mis principios de vida, que son la transparencia, la democratización, la excelencia y la modernidad”, declaró. “Pienso que en todas las áreas debe ser lo mismo”.
El estratega de 55 años sugirió que Neymar, el astro del Barcelona, no seguirá como capitán fijo. Los equipos dirigidos por Tite suelen rotar ese puesto.
“Es lo ideal para un equipo”, comentó.
Sobre el estilo que implementaría en la selección, dijo que habrá muchas jugadas de pared, numerosos pases y buena organización.
“El equipo no necesita tener el rostro de Tite, sino el de Brasil”, explicó. “Se trata de que el talento individual contribuya a la calidad del equipo”.
El domingo, se realizó una fiesta de despedida para Tite en la Arena Corinthians.
Tite enfrentará su primer desafío con Brasil en septiembre, dentro de la eliminatoria. Debutará visitando a Ecuador el 2, cuatro días antes de recibir a Colombia en Manaos.
