La principal agrupación sindical denuncia que la norma “resultará en una coerción religiosa inconstitucional de los estudiantes”
El estado estadounidense de Luisiana ha introducido este miércoles una ley que obliga a exhibir los ‘Diez Mandamientos’ en todas las aulas a partir del próximo año, desde los colegios hasta la universidad, convirtiéndose así en el primer estado del país en aplicar esta medida.
La norma –promulgada por el gobernador republicano, Jeff Landry, y aprobada el mes pasado por los legisladores– exige que en todas las clases de las escuelas que reciban fondos estatales se coloque un cartel “que mida al menos once por catorce pulgadas (28 por 35,5 centímetros)” y que esté “impreso en una fuente grande y fácilmente legibles”, informa la cadena de televisión CNN.
Quienes se oponen a la ley han argumentado que un estado que exija la presencia de un texto religioso en todas las aulas violaría la Constitución de Estados Unidos, que dice que el Congreso no puede “promulgar ninguna ley respecto al establecimiento de una religión”. Grupos de libertades civiles anunciaron antes de la aplicación que impugnarían la norma en los tribunales.
De hecho, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), principal agrupación sindical de Estados Unidos, ha informado de que ha presentado un recurso para “impugnar la nueva ley de Luisiana que exige que todas las escuelas públicas primarias, secundarias y postsecundarias muestren los ‘Diez Mandamientos’ en cada aula.
“La ley viola un precedente de larga data del Tribunal Supremo y la Primera Enmienda (de la Constitución). Hace más de 40 años, (…) el Supremo anuló un estatuto estatal similar, sosteniendo que la Primera Enmienda prohíbe a las escuelas públicas publicar los ‘Diez Mandamientos’ en las aulas. Ningún otro estado exige que se exhiban en las escuelas públicas”, ha denunciado.
La ACLU ha subrayado a través de un comunicado publicado en su página web que estas imposiciones “resultarán en una coerción religiosa inconstitucional de los estudiantes, quienes están legalmente obligados a asistir a la escuela, por lo tanto, son una audiencia cautiva de los mensajes religiosos patrocinados por la escuela”.
“También enviarán un mensaje escalofriante a los estudiantes y familias que no siguen la versión preferida del estado de los Diez Mandamientos de que no pertenecen ni son bienvenidos en nuestras escuelas públicas”, ha concluido.
Los partidarios de la ley se apoyan en la decisión del Supremo de devolver su trabajo a un entrenador de fútbol de una escuela secundaria después de que fuera sancionado por una controversia relacionada con rezos en el campo. El tribunal dictaminó que las oraciones equivalían a un discurso privado protegido en la Constitución y que no podían ser restringidas.