UNICEF dice que casi 7,5 millones de niños necesitan ayuda humanitaria en Siria, la cifra más alta desde el estallido de la guerra en 2011
La guerra en Siria, que cumple este viernes su decimotercer aniversario, ha dejado hasta la fecha cerca de 620.000 muertos, incluidos alrededor de 165.000 civiles, según el balance publicado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que afirma que ha podido verificar la identidad de más de 507.000 de las víctimas.
El organismo, con sede en Londres e informantes en el país asiático, ha indicado que ha podido confirmar 617.910 fallecidos desde el inicio del conflicto en 2011, incluidas 507.567 personas cuya identidad ha sido verificada.
Así, ha detallado que entre los muertos hay 164.223 civiles, incluidos 25.857 niños, antes de apuntar que unos 26.400 han muerto en bombardeos del Ejército, a los que se suman cerca de 52.800 muertos en ataques terrestres y 49.450 fallecidos por las torturas sufridas en prisión.
A esta cifra hay que sumar cerca de 8.730 muertos en bombardeos ejecutados por Rusia, cerca de 5.600 en bombardeos de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, 2.679 en bombardeos de Israel, y 974 a manos de las fuerzas de Turquía.
Además, el balance incluye unos 2.500 fallecidos por bombardeos cuya autoría no pudo ser confirmada, unos 4.875 por ataques de Estado Islámico, cerca de 2.400 a manos de grupos gubernamentales, 908 a manos de otros grupos yihadistas y 467 en “circunstancias desconocidas”.
Entre las víctimas civiles figuran también 1.349 ejecutados, 988 por “el deterioro de las condiciones de vida”, 478 muertos a manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y otros grupos kurdos y 281 por causas no especificadas, entre otros motivos recogidos por el Observatorio en su balance.
Por otra parte, el organismo cifra en cerca de 343.345 el total de muertos en combate, entre los que figuran 92.840 miembros de las fuerzas gubernamentales, 67.900 miembros de grupos progubernamentales y milicias iraníes, 8.850 extranjeros integrados en milicias proiraníes y 1.782 miembros del partido-milicia chií libanés Hezbolá.
A estas cifras hay que sumar 80.640 miembros de grupos islamistas, 3.596 militares sirios que desertaron de las Fuerzas Armadas, 41.375 miembros de Estado Islámico, 28.128 integrantes de otros grupos yihadistas, 11.415 integrantes de las FDS y 3.260 de otros grupos kurdos.
El Observatorio ha destacado que también han muerto en el conflicto 261 turcos y 273 mercenarios extranjeros “leales a Rusia”, a los que suma 3.018 personas no identificadas. Además, especifica que no pudo documentar pérdidas en la coalición internacional por “su extremo secretismo”.
Por otra parte, ha reseñado que este balance no incluye a otras 55.00 personas muertas en prisiones gubernamentales, a 3.200 combatientes del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) y cerca de 54.000 muertos “imposibles de identificar por el secretismo extremo de las partes en conflicto”.
El organismo ha apuntado además que la guerra ha dejado 2,1 millones de heridos y trece millones de desplazados, así como destrucción y daños materiales graves en hospitales, escuelas y otros centros e instalaciones públicos y privados, sin que se haya podido pactar un acuerdo de paz.
“Pedimos a las partes internacionales que trabajen seriamente y de forma continua, hasta el máximo de sus capacidades, para detener el derramamiento de sangre del pueblo sirio, que ha hecho frente a la tiranía y la injusticia, de cara a lograr democracia, libertad, justicia e igualdad”, ha remachado el Observatorio.
LA CIFRA MÁS ALTA DE NIÑOS QUE NECESITAN AYUDA
Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha afirmado este mismo viernes que casi 7,5 millones de niños necesitan ayuda humanitaria en Siria, la cifra más alta desde el estallido de la guerra en 2011 a causa de la violenta represión de las protestas democráticas registradas al hilo de la ‘Primavera Árabe’.
“La triste realidad es que hoy, y en los días venideros, muchos niños y niñas en Siria cumplirán trece años y se convertirán en adolescentes sabiendo que toda su infancia hasta la fecha ha estado marcada por el conflicto, el desplazamiento y la privación”, ha dicho la directora de UNICEF para Oriente Próximo y Norte de África, Adele Khodr.
“En definitiva, los niños necesitan una oportunidad. Necesitan una solución pacífica a la crisis a largo plazo, pero no podemos esperar simplemente que ocurra”, ha sostenido. “Mientras tanto, es esencial garantizar que los niños y sus familias no solo tienen acceso a servicios básicos, sino que también les estamos dotando de las habilidades para construir su propio futuro”, ha agregado.
El organismo ha sostenido que los repetidos ciclos de violencia y desplazamiento, la profunda crisis económica, las enfermedades y los terremotos de 2023 han dejado a cientos de miles de niños expuestos a secuelas físicas y psicosociales a largo plazo.
Así, más de 650.000 niños menores de cinco años sufren desnutrición crónica, un incremento de unos 150.000 desde 2019, mientras que una reciente encuesta en el norte de Siria revela que el 34 por ciento de las niñas y el 31 por ciento de los niños mostraron angustia psicosocial.
En esta misma línea, las evaluaciones rápidas realizadas en las zonas afectadas por los terremotos de 2023 en el sur de Turquía, cerca de la frontera común, reflejan que el 83 por ciento de los encuestados reflejan comportamientos de angustia psicosocial.
A pesar de esta situación, que muestra que más de dos tercios de la población necesita ayuda humanitaria, la financiación de las operaciones ha caído a mínimos históricos, tanto en Siria como para los sirios en países vecinos, lo que se ve reflejado en que casi la mitad de los 5,5 millones de niños en edad escolar están sin escolarizar.
“Una generación de niños en Siria ya ha pagado un precio intolerable por este conflicto”, ha señalado Khodr, que ha argüido que “el apoyo continuado de la comunidad internacional es crítico para restablecer los sistemas que permitan ofrecer servicios sociales básicos como educación, agua y saneamiento, salud, nutrición, y protección infantil y social, y garantizar así que ningún niño en Siria queda atrás”.
UNICEF ha pedido 401,7 millones de dólares (cerca de 369,1 millones de euros) para proporcionar en 2024 un sustento esencial a 8,5 millones de personas, incluidos 5,4 millones de niños. Así, ha recalcado que las mayores necesidades de financiación son para agua, saneamiento e higiene, salud y educación, mientras que la protección sigue siendo una alta prioridad.