Por FERNANDO BUITRAGO
@fdo_buitrago.
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Recientemente una amiga me dijo : “debes escribir que hay gente que se empata con un sueldo de 20,000.00 pesos por primera vez en su vida, quieren de una vez tener o cambiar el carro y para colmos aspiran a alcalde o presidente”.
El poder vuelve locos a los hombres (y a las mujeres) pues inmediatamente les cae un sueldo que creen eterno (servidor público es cada 4 años), son suerte dejan “el concho” y sacan un compacto, comparten con algunos amigos y de pronto, se creen candidatos.
La enfermedad no solo le da a los “chiquitos” pues algunos funcionarios traducen en sus mentes que cumplir con un mandato presidencial o de algún ministro o director ya eso inmediatamente te convierte en elegible sin entender que la política sigue siendo con base en el intercambio de saliva y de sudor, de ideas, de sentimientos, de corazón.
El ser cuasi aspirantes es una enfermedad que le da a los que suben al poder de turno ahora, a los de ahora pero antes fue a los de antes.
En Santo Domingo Este cabe recordar que el ex-candidato a alcalde por el PLD llegó a tener apoyo de dizque 50 pre-candidatos a regidores, pero de ellos ni uno pasó las primarias lo cual desnuda que muchos (seguro no todos) poseían liderazgo nulo, sin embargo al estar en el partido en el poder y poseer la capacidad de gestionar algunas cosas por el Plan Social u otra institución asumieron erróneamente que las personas traspasaban el sentir y/o agradecimiento comunitario al plano del voto político y los resultados, están ahí.
Los engordadores de egos que no son más que anillos de funcionarios a veces llenos de oportunistas (pica pica, vividores, sanguijuelas políticas) le venden sueños a los servidores públicos haciéndole creer que son líderes de algo, sea cual sea su función, pero el ser humano agraciado por la actividad comprende que el que le da algo es solo el mensajero, que no lo saca de su bolsillo, que no es un sacrificio y que incluso gana dinero con ello, que son sus propios recursos devueltos de alguna forma y no precisamente tengan que ser elegibles por hacer su trabajo.
El ego produce sueños y los sueños, sueños son.
El proceso ocurrido con los que perdieron las pasadas elecciones será copiado cuan “remake” con los que subieron al poder porque la “transformación del supuesto” es una característica del ser humano que desde que cambia sus zapatos por un par nuevo piensa que con ello ya caminará el mundo e incluso que existirá un grupo de personas que se arrodillarán ante el lustro del calzado.
El ser humano parece ser complejo pero es al final demasiado predecible. Asigna a alguien un “cargo” y en la mayoría de los casos se transformará hasta los posibles extremos de volverse arrogante y para colmos se declara “elegible” sin entender que el camino del liderazgo político va más allá de un puesto de trabajo o algún que otro titular.
El cuasi aspirante termina en ridículos que a veces parecen épicos pues en política no se debe esperar nada si no posees liderazgo que te lleve o nazca de ti y eso ni se resuelve con un decreto presidencial o una cargo de jefe de departamento en una institución X.