NUEVA YORK (AP) — “Es una mujer repugnante”.
Al igual que muchas personas, Emily DiVito estaba viendo el debate entre los candidatos a la presidencia la semana pasada mientras hacía otras cosas, estudiando un poco y echando un ojo a Twitter. Pero cuando escuchó a Donald Trump decir esas cuatro palabras sobre Hillary Clinton, DiVito se levantó de su silla.
“Las interrupciones eran tan absurdas, pero esa fue particularmente mordaz”, dijo ella.
Ese momento le generó a DiVito —ex partidaria de Bernie Sanders, rival de la ex secretaria de Estado en la contienda demócrata— un sentimiento de solidaridad con Clinton. Un “momento de conectividad”, según sus propias palabras. “Estaba con Bernie, pero en momentos como este me enorgullece estar afiliada con ella, la forma en que está perseverando”.
Esas son buenas noticias para Clinton, quien a pesar de encabezar las encuestas, le ha costado trabajo conectar con los votantes más jóvenes.
Probablemente ésas sean también malas noticias para el magnate republicano. Días después de que se conocieron denuncias de acoso sexual, Trump tuvo otra semana mala, llevando a muchos a preguntar si su popularidad con las electoras ya tocó piso.
El candidato que con tanta urgencia necesitaba cerrar la brecha de género vio convertirse su frase “mujer repugnante” —mientras la señalaba con el dedo— en grito de batalla feminista, un momento de unión para Clinton y un punto de exclamación en una campaña dominada por el género.
Para Kathy Spillar, el comentario sonó como “el cierre del ataúd”. “Pensé, eso fue todo”, dijo la directora de la organización de mujeres Feminist Majority Foundation.
“Las electoras van a derrotar a Trump”. Ese comentario, dijo, no sólo “resume toda su actitud hacia las mujeres”, sino que además muestra lo amargo que le parece perder ante una.
“Perder sería suficientemente malo, pero ser derrotado por una mujer realmente le molesta”, dijo Spillar. “Eso es evidente y solo alimenta la brecha de género”.
Patti Stites, de 61 años y partidaria de Trump, opina que la declaración fue desafortunada, pero no cambiará su elección. “Él dice lo que piensa. Todavía tiene que ser juzgado por los temas”.
La frase en inglés “nasty woman” (mujer repugnante) se volvió viral. En Spotify la canción de Janet Jackson “Nasty” se descargó 250% veces más. Salieron a la venta camisetas de “Nasty Woman” (también de “Bad Hombre”); la líder demócrata en la Cámara de Representantes Nancy Pelosi envió el tuit a Clinton: “De una #NastyWoman a otra, anoche fuiste una inspiración”.
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Por JOCELYN NOVECK