La segunda sesión del juicio contra Derek Chauvin, el agente de Policía imputado por el asesinato del afroamericano George Floyd en Mineápolis, ha estado protagonizada por los testimonios de distintas personas que presenciaron los hechos. “Presencié un asesinato”, ha asegurado una de ellas.
Así lo ha aseverado Donald Williams, cuyo testimonio ha abierto la segunda jornada del juicio en el condado de Hennepin para continuar con el testimonio que inició en la jornada anterior.
Williams ha señalado que la escena de Chauvin sobre Floyd lo perturbó, por lo que llamó al 911, una llamada que el abogado de la defensa, Eric Nelson, ha reproducido durante su interrogatorio al testigo. En la llamada, Williams avisa de que un policía “estaba intentando matar a un ciudadano”.
“Sentía que estaba en peligro”, ha señalado Williams en un polémico interrogatorio en el que también ha reconocido que insultó a los expolicías tras los hechos y en el que ha asegurado que Chauvin ajustó su posición varias veces para mantener la presión sobre el cuello del fallecido, informa CNN.
La bombero de Mineápolis Genevieve Hansen, otra de las testigos, ha apuntado que Floyd pidió repetidamente que le revisasen el pulso a lo que la Policía se negó.
“Estaba desesperada por ayudar”, ha lamentado la bombero, quien presenció los hechos fuera de servicio y, aunque intentó ayudar no pudo hacerlo porque uno de los expolicías le negó el acceso. “No se estaba moviendo y estaba esposado, y tres hombres adultos poniendo todo su peso sobre alguien es demasiado”, ha agregado.
Hansen, quien grabó parte de la detención de Floyd y llamó al 911 para denunciar los hechos, se ha opuesto al interrogatorio de la defensa en varias ocasiones durante el juicio, en el que ha llegado a cuestionar al abogado de Chauvin. “No sé si alguna vez has visto a alguien morir frente a ti, pero es muy perturbador”, ha asegurado.
El juez Peter Cahill ha amonestado por ello a la testigo, que continuará con su testimonio en la sesión de este miércoles.
En la segunda sesión también ha expuesto su testimonio Darnella Frazier, la joven, menor de edad, que grabó el vídeo de los hechos que ha dado la vuelta al mundo. “Han sido noches en las que me quedé despierta disculpándome y disculpándome con George Floyd por no hacer más y no interactuar físicamente y no salvarle la vida”, ha subrayado.
“Cuando miro a George Floyd, miro a mi papá, miro a mis hermanos, miro a mis primos, a mis tíos, porque todos son negros”, ha incidido también, para añadir que vio al fallecido “aterrorizado, asustado, suplicando por su vida”.
Frazier, visiblemente emocionada, también ha asegurado que se sintió “en peligro” por las reacciones de Chauvin ante los gritos de los transeúntes que le pedían parar.
Su primo, Judeah Reynolds, un niño de nueve años y con el que presenció la detención, ha testificado, por su parte, que se sintió “triste y un poco enfadado” porque “sentía como si (Floyd) estuviera dejando de respirar”. “Era como lastimarlo”, ha añadido.
Además, han presentado este martes su testimonio otras dos estudiantes que se encontraban en el lugar donde se produjo el arresto, con un total de seis testigos en una sesión en la que se ha coincidido en el miedo y el horror de los hechos.
Por su parte, el abogado de la defensa ha criticado que los testigos se transformaron en una multitud amenazante que distrajo a los oficiales, intentando en esta sesión que estos reconociesen que estaban “enojados”.
Se acusa a Chauvin de homicidio en segundo grado, homicidio involuntario en segundo grado y asesinato en tercer grado. Si el jurado, compuesto por doce personas, le declara culpable en el juicio, Chauvin podría enfrentarse a una pena máxima de 40 años de prisión por asesinato en segundo grado, 25 años por asesinato en tercer grado y diez por homicidio involuntario.
La muerte de Floyd durante una detención desató en 2020 una ola de protestas contra la violencia policial y el racismo en todo Estados Unidos.
Floyd, ciudadano de raza negra de 46 años, murió el 25 de mayo de 2020 tras quejarse de que no podía respirar por tener la rodilla de Chouvin en su cuello, una secuencia que fue grabada en vídeo. La respuesta policial se originó porque Floyd realizó un pago con un billete falso de 20 dólares.
Chauvin fue expulsado del Cuerpo de Policía poco después y puesto en libertad bajo fianza una vez imputado por asesinato y malos tratos. Otros tres agentes se enfrentan a cargos de complicidad a la hora de cometer el supuesto crimen. Todos ellos serán juzgados en agosto.