Por las ultimas cuatro décadas, de la manera que históricamente ha funcionado la Universidad de Puerto Rico, cada recinto ha ejecutado como una universidad independiente sin colaborar con otros recintos, sin el desarrollo de propuestas de servicio, sin desarrollo de productos y programas innovadores para la universidad ni para el pueblo. Tampoco dentro de cada recinto, se ha promovido la colaboración de proyectos interdepartamentales.
La Universidad de Puerto Rico ha sido y todavía es un sistema altamente burocrático, donde la sobre carga de reglamentos y certificaciones sirven de pared para el desarrollo de proyectos nuevos, rápidos y eficientes. Donde para cada nueva idea ó proyecto innovador se le asigna a un comité de facultad que nunca ha experimentado la idea propuesta y por lo tanto queda cancelado antes de presentarse.
La Administración de Universidad de Puerto Rico como esta ahora mismo, no debe estar a cargo de la Nueva Universidad Virtual. Esto seria un grave error que destruiría la idea de inmediato.
La administración y la facultad universitaria existente debe pensar de una manera diferente, innovadora sin restricciones ni grupos que detengan las ideas o castiguen a los profesores valientes que propongan dichas ideas que se salen de la caja.
Al momento que tratemos de acomodar equivocadamente los proyectos nuevos en una estructura la cual es históricamente lenta, llena de procesos burocráticos, con requisitos de aprobaciones, con altos costos administrativos, con profesores que nunca han dado una clase en línea de forma efectiva, en espera por abogados externos para hacer y completar los contratos, con una facultad que no desea cambiar, donde el ciudadano ó los estudiantes no se ven como clientes que necesitan sus servicios y transacciones rápidas y eficientes, se contamina la idea con negativas y se paraliza todo.
Recomendamos que la estructura administrativa universitaria de cambio debe ser nueva, creativa, pequeña y sin ataduras de certificaciones ni reglamentos universitarios restringidos. Donde sea una estructura de negocio para traer dinero nuevo, que sea autosuficiente y eficiente. Para hacer esto, hay que revisar y digitalizar todo el proceso y reglamento universitario de forma urgente. Hay que crear un calendario real de acción donde se pueda ver todo el proyecto de negocio, donde comienza y donde se ejecuta la primera clase en línea.
La Universidad de Puerto Rico esta en cuidado intensivo, lista para morir a manos de los que no creen en la innovación y se montan en el caballo de la arrogancia casi quijotesca. La Universidad de Puerto Rico propone servir a los estudiantes y a las agencias de gobierno. En estos momentos le sirven de forma efectiva ni a ellos mismos dentro de la institución de una manera eficiente. Los programas de educación continuada están en precario, no tienen la banda ancha de por lo menos 300 megas, no existen cursos en línea ni cursos nocturnos, ni los profesores del sistema que quieran trabajar después de las cuatro(4) de la tarde ni fines de semana. Usan personas ajenas al campus que sale mas caro pero no tienen ninguna atadura con el sistema. Esto le sale mas caro todavía a la institución.
Hay que cambiar el sistema universitario a uno nuevo y funcional. Las agencias acreditadoras son flexibles e invitan a estos cambios siempre y cuando tengan la data para apoyarlo y una facultad para defenderlo. También si la agencia acreditadora de la “Middle States Association” se opone a un cambio moderno, entonces es tiempo de buscar otra agencia acreditadora que este mas a tono con el futuro.