La capacidad de concentración puede verse afectada al comer una comida rica en grasas saturadas, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Ohio (Estados Unidos) y que ha sido publicado en el ‘American Journal of Clinical Nutrition’.
En el trabajo se han comparado a 51 mujeres a las que se les pidió que realizaran pruebas de atención tras comer una dieta rica en grasas saturadas y otra con alto contenido en grasas insaturadas. De esta forma, los expertos observaron que cuando ingerían elevadas cantidades de grasas saturadas su capacidad de concentración era peor, lo que indica el vínculo entre estos alimentos grasos y el cerebro.
Asimismo, los expertos también analizaron si una afección llamada intestino permeable, la cual permite que las bacterias intestinales ingresen al torrente sanguíneo, tenía algún efecto sobre la concentración, comprobando que sí que afectaba este problema en la atención.
“Debido a que ambas comidas eran ricas en grasas y potencialmente problemáticas, el efecto cognitivo de la comida alta en grasas saturadas podría ser aún mayor si se compara con una comida baja en grasas”, han aseverado los investigadores.