La guardia costera en Puerto Rico ha repatriado a 22 de 25 inmigrantes dominicanos que fueron detenidos esté sábado cuando intentaba entrar ilegalmente en Puerto Rico, en lo que supone un nuevo episodio de la inmigración ilegal en la zona.
Los ciudadanos dominicanos fueron entregados ayer a un buque de la armada dominicana desde el barco guardacostas Joseph Napier.
En un comunicado, dicho cuerpo de seguridad señaló que la barca en la que viajaban los inmigrantes fue detenida este sábado, a unas 20 millas náuticas (unos 37 kilómetros) al noroeste de la Isla de Mona (Puerto Rico).
Tres de los migrantes interceptados se enfrentan a un posible enjuiciamiento federal por la oficina de la Fiscalía de los EE. UU para el Distrito de Puerto Rico, por intentar ilegalmente volver a entrar a los EE.UU.
Desde octubre de 2018, la Guardia Costera, junto a las agencias asociadas del orden público federal y del Gobierno de Puerto Rico han interceptado a más de 400 migrantes y detenido varios intentos de introducir droga fruto del contrabando, por mar.
“Los migrantes viajaban en una yola insegura debido a la sobrecarga de pasajeros, que carecía de todos los equipos de seguridad requeridos y operaba sin luces de navegación”, dijo el teniente John Schulz, oficial al mando del Joseph Napier.
“Muchas vidas se pierden cada año por este tipo de emprendimientos que son una amenaza directa para las personas que intentan el viaje. Cada persona salvada es un testamento de lo critico que es la Guardia Costera y los esfuerzos de nuestras agencias asociadas para asegurar que no haya una pérdida de vida innecesaria en las aguas que rodean a Puerto Rico”, agregó.
Durante un patrullaje de rutina el viernes en el Canal de la Mona, la tripulación de un avión Guardacostas HC-144 de la Estación Aérea de Miami detectó una yola de 35 pies, con un número indeterminado de pasajeros a bordo, que se dirigía hacia Puerto Rico.
El Joseph Napier interceptó la yola el sábado por la mañana y su tripulación embarcó a los 25 migrantes dominicanos: 24 hombres y una mujer que viajaban a bordo.
Una vez a bordo de un barco de la Guardia Costera, los migrantes recibieron comida, albergue y cuidado médico básico, tal y como marca el protocolo.
Luego de una interdicción marítima, algunos de los migrantes detenidos son repatriados a su país de origen.
En algunos casos, aquellos migrantes que tengan antecedentes penales con una posible conexión a las operaciones de contrabando son entregados a las autoridades federales de orden público, para ser procesados criminalmente por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El Joseph Napier es un barco de respuesta rápida de 154 pies (unos 47 metros) con base en la capital de Puerto Rico.
Los esfuerzos de la Guardia Costera bajo la Operación Resolución Unificada contribuyen a los resultados inter institucionales que se logran a diario a nivel local como parte de la Operación Guardia Caribeña, que coordina los esfuerzos entre la Guardia Costera y las agencias asociadas de orden público territoriales que trabajan diligentemente para detectar e interrumpir el tráfico marítimo ilícito a Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
El Grupo Interinstitucional de la Frontera Caribeña fue creado formalmente para unificar los esfuerzos del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., de la Guardia Costera de EE.UU., del Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU., de la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito de Puerto Rico y de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) de la policía de Puerto Rico en su objetivo común de proteger las costas de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. del tráfico ilegal de migrantes y drogas.(EFEUSA).-