Los estadounidenses se convierten en padres a una edad más avanzada que sus predecesores, según un estudio de la Universidad de Stanford difundido hoy que refleja que la edad promedio se ha retrasado 3,5 años en comparación a 1972.
De acuerdo al estudio publicado hoy en la revista científica Reproducción Humana, la edad promedio de los padres primerizos en 1972 fue de 27,4 años mientras que en 2015 ha sido de 30,9 años.
Según el doctor Michael Eisenberg, autor senior del estudio desarrollado por la Escuela de Medicina de la citada universidad, estos cambios tienden a reducir el número de nacimientos e influyen en la configuración de la fuerza laboral futura y en otros aspectos de la vida económica.
“Menos nacimientos significan menos trabajadores productivos en la próxima generación”, anotó Eisenberg. “Esto puede obviamente tener profundas implicaciones económicas y de impuestos”, agregó el investigador.
La investigación halló también que los padres de recién nacidos mayores de 40 años representan el 9 % del total, es decir más del doble del 4,1 % registrado en 1972 en esa misma franja de edad, mientras que en el caso de los mayores de 50 años son el 1 % y en 1972 era el 0,5%.
A la par, los padres de más edad tienden a tener mejores trabajos, más recursos, estilos de vida más estables y a involucrarse más en la formación de los niños, según reveló el estudio.
El análisis, que incluyó todos los nacimientos reportados en los registro federales (cerca de 169 millones) igualmente encontró que la edad de las madres también se ha incrementado.
Como consecuencia, la diferencia de edades entre padre y madre ha disminuido pasando de 2,7 años en 1972 a 2,3 años en 2015, explicó Yash Khandwala, autor principal del estudio y miembro del grupo de Eisenberg cuando se realizó la investigación.
Parte del cambio se debe, entre otros factores, a que los padres esperan terminar sus estudios para tener hijos. Así, el padre típico con grado universitario de un recién nacido tiene 33,3 años de edad.
El estudio recalcó los riesgos que conlleva una paternidad a edad avanzada, destacando que “hay asociaciones entre padres mayores y más altos índices de autismo, esquizofrenia, anomalías cromosómicas, algunos cánceres pediátricos y ciertas condiciones genéticas raras”, advirtió Eisenberg.
Un estudio del Centro de Investigaciones Pew presentado hoy encontró que el número anual de nacimientos en EEUU disminuyó el 4% entre 1990 y 2015.