El Parque de los Museos de Miami acoge desde hoy ocho esculturas figurativas de gran tamaño del reconocido artista cubano-estadounidense Julio Larraz, quien considera que está vetado en los museos por razones “no políticas, sino artísticas”.
De una exposición en un espacio público, “me interesa sobre todo llamar la atención de los niños. Sembrarles la semilla del amor al arte”, dice Larraz (La Habana, 1944) en unas declaraciones a Efe con motivo de exposición organizada por el Museo Nader de Arte Latinoamericano (NAMLA).
La exposición en el parque se complementa con una muestra de la serie de bustos de emperadores creada por Larraz que se exhibe en la sede provisional del NAMLA, situada en el barrio artístico de Wynwood.
El galerista Gary Nader, propietario de la importante colección de arte del NAMLA, es el curador de la muestra, que permanecerá en el parque situado a orillas de la Bahía de Vizcaya, en el centro de Miami, hasta el 19 de diciembre.
Creador de “alegorías sociológicas e históricas” fundamentadas en la “tradición figurativa y su rica imaginación”, según el NAMLA, Larraz presenta en esta muestra esculturas de la serie Ganimedes, El caballo de Troya, El monarca, El juego de los Bolos y otras de inmensas frutas, como una rodaja de sandía en bronce coloreado.
Larraz, quien reside en Miami desde hace 30 años, subrayó a Efe que en todo ese tiempo no ha sido invitado a exponer en los museos de arte de Miami y lo achacó al hecho de que su arte no es conceptual.
“Estoy en una lista negra no por razones políticas sino artísticas. O haces el concepto y vas con la manada o no existes en ninguna parte”, señala agradecido por esta invitación para mostrar sus esculturas a la comunidad.
Larraz reside en EE.UU. desde 1961. Cuando llegó a Nueva York a comienzos de la década de los años 60 se encontró con que todos los jóvenes artistas se volcaban a la abstracción y las nuevas formas.
Él eligió pintar seres humanos, naturaleza y objetos al igual que algunos de los maestros a los que más admira, como Brueghel, Velázquez, Goya y Degás. “Todo artista tiene que sublevarse”, subrayó en una entrevista con Efe el año pasado.