El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ha promulgado este miércoles la reforma que legaliza el consumo de marihuana, “un día histórico” que convierte a este territorio en el décimo sexto de Estados Unidos en autorizar y regular este tipo de droga.
La reforma ha sido posible tras un acuerdo de Cuomo con los legisladores estatales y el gobernador ha querido agradecer en Twitter “el incansable activismo” que ha llevado a este punto, según el cual los mayores de 21 años podrán tener y consumir marihuana con fines recreativos sin temor a represalias.
Además, los residentes del estado podrán comprar y cultivar hasta seis plantas –tres que hayan madurado y otras tres que no– para consumo personal, según consta en el texto aprobado.
La nueva regulación estipula un impuesto del 9 por ciento sobre las ventas de cannabis, al que habría que sumar un 4 por ciento adicional a repartir entre las autoridades municipales y del condado. Las autoridades prevén recaudar 350 millones de dólares al año solo en impuestos y crear una industria que podría alcanzar los 4.000 millones de dólares.
Una nueva oficina supervisará que las nuevas medidas generen el beneficio esperado, que por lo pronto tendrá consecuencias en el ámbito penal. Como ha recordado Cuomo, “la ley elimina automáticamente los antecedentes por condenas previas por marihuana que ahora serían legales”.
Un sondeo publicado en noviembre por la firma Gallup reflejaba que un 68 por ciento de los adultos estadounidenses se mostraban a favor de legalizar la marihuana, 20 puntos más que en 2012, y en Washington se ha abierto también el debate sobre una posible revisión de las medidas a nivel federal.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, promueve un levantamiento de la actual prohibición, informa la agencia Bloomberg. El presidente norteamericano, Joe Biden, ha abogado por ahora por despenalizar el cannabis –retirarlo de la lista negra de sustancias prohibidas–, lo que quedaría un paso por detrás de la legalización.