El gobierno de Estados Unidos canceló el jueves las visas de turismo y diplomática del presidente del órgano electoral dominicano, Roberto Rosario, quien ha sido uno de los principales propulsores del proceso de desnacionalización de descendientes de haitianos.
La Junta Central Electoral explicó en una nota de prensa que la cónsul general de Estados Unido en Santo Domingo, Sylvia Johnson, visitó a Rosario en su oficina la tarde del jueves para notificarle la decisión del Departamento de Estado y de inmediato canceló la visa estampada en el pasaporte diplomático del funcionario, que vencía en 2017.
El presidente de la Junta Central Electoral anunció que más tarde presentaría a la embajada su pasaporte ordinario, con la visa de turista que vence en 2024 a fin de que también sea cancelada.
Es la primera ocasión que el gobierno estadounidense cancela la vista diplomática de un funcionario de alto nivel de República Dominicana.
La embajada de Estados Unidos explicó en una nota de prensa que el Departamento de Estado tomó esa decisión con el derecho que le da su ley de inmigración “sobre la base de información que salga a la luz, en cualquier momento, que influya en que una persona se considere elegible para una visa”.
La sede diplomática no ofreció ningún detalle sobre los hechos que hacen a Rosario inelegible para entrar a territorio estadounidense.
Rosario había revelado en una entrevista radiofónica en abril que meses antes el embajador estadounidense James Brewster lo había presionado sobre asuntos vinculados a las elecciones generales de mayo y que lo había amenazado con cancelarle la visa.
La discusión entre ambos funcionarios ocurrió en momentos en que la comunidad de dominicanos de ascendencia haitiana se quejaba por la falta de documentos y porque no podría ejercer el derecho al voto.
Brewster y la sede diplomática nunca aclararon el incidente.
El gobierno de Estados Unidos manifestó en diversas ocasiones su preocupación por el proceso de desnacionalización de dominicanos.
La Junta Central Electoral comenzó en 2007 de manera oficial a retener los documentos de identidad de los dominicanos de ascendencia haitiana por considerar que habían sido registrados de manera fraudulenta a fin de obtener la nacionalidad dominicana.
Rosario explicó en varias audiencias temáticas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que dicha medida buscaba corregir errores en el registro civil y hacer más confiable el padrón electoral.
En una controvertida sentencia irrevocable, el Tribunal Constitucional justificó en 2013 el programa que realizaba la Junta Electoral y ordenó anular mediante juicios individuales la nacionalidad de todos los nacidos en el país entre 1929 y 2007 de padres extranjeros que no tuviesen residencia legal.
Según diversos organismos de derechos humanos, el fallo judicial dejaría apátridas a unos 210.000 descendientes de inmigrantes haitianos.
Aunque una ley posterior ordenó revalidar la nacionalidad a los afectados, “miles de dominicanos siguen viviendo el drama que provoca la apatridia y la indocumentación”, aseguró el jueves el grupo Movimiento de Mujeres Domínico-Haitianas.
En una visita a República Dominicana en junio, el secretario de Estados estadounidense John Kerry pidió al presidente Danilo Medina trabajar para evitar la apátrida y luchar contra la discriminación.
La cancelación de las visas a Rosario ocurre sólo un día después de que la comisión de la Organización de Estados Americanos que observó las elecciones de mayo presentó el miércoles en Washington su informe final en el que enumera varias irregularidades, iniquidad en las campañas y consideró que la decisión de Rosario de implementar nuevas tecnologías puso en riesgo los comicios.
