Con el pasar del tiempo, he escuchado en medios de comunicación y en conversaciones personales sobre el “gran estratega político” que es Danilo Medina, quien ayer concluyó su segundo período como presidente de la República Dominicana sin posibilidades de postularse de nuevo debido a que la Constitución se lo prohíbe. Por tal motivo, considero apropiada la oportunidad de reflexionar al respecto como referencia histórica a través de una cronología de eventos importantes en su trayectoria política y de esa manera poner de manifiesto la pregunta formulada.
Según personas que lo conocen desde sus inicios en la política, Medina comienza su activismo a mediado de los años 60 en su natal San Juan de la Maguana como miembro de un grupo estudiantil afiliado al Partido Comunista de la República Dominicana (PECODERO). Después, se traslada a la capital dominicana para continuar sus estudios y llevar a cabo un deseo como él expresara de, “querer ser alguien en la vida”.
Establecido en Santo Domingo, continúa su envolvimiento político en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en un movimiento también de alineación izquierdista. Cuando en el año 1973, el Profesor Juan Bosch crea el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el San Juanero pasa a formar fila del mismo. Aunque considerado un organizador incansable, personas consultadas también expresaron que era extremadamente callado pero que detrás de ese silencio existía un personaje maquiavélico, forjador de grupismos, intolerante, mentiroso y resentido.
En el año 1986, Medina gana un escaño en la Cámara de Diputados ante el Congreso Dominicano. El 16 de Agosto de 1994, Medina es nombrado presidente de la Cámara de Diputados. Según un amigo nuestro que consultamos, el sureño llega a ocupar la posición por una “coyuntura”. De acuerdo al amigo, el presidente Balaguer, había decidido entregar la presidencia de la Cámara de Diputados al PLD. El propósito era buscar una forma de compensar la situación creada a raíz de las elecciones del año 1990 donde se dijo hubo fraude por parte del Balaguerismo.
Todo se consumió, cuenta el amigo, a través de una negociación no autorizada entre el Dr. Balaguer y el dirigente histórico Norge Botello quien a su vez fue el primer peledeista en asumir la presidencia de la Cámara de Diputados. Dentro de esas negociaciones, también se le concedió a Botello la Superintendencia de Seguros donde fue designado su aliado Carlos Hernández. Basado en lo relatado por nuestro amigo, podemos determinar claramente como Medina formó parte del grupo sectorial de Botello.
Pero, en el año 1995, cuando el Dr. Leonel Fernández se perfilaba como candidato presidencial del PLD después que Bosch lo catalogara de ser “una minita de oro” por su intelecto y olfato político, Medina abandona el “Botellismo” y se pone al frente de la campaña presidencial del Dr. Fernández. Cabe destacar que Botello también aspiró a la nominación presidencial del PLD.
El Dr. Fernández ganó la presidencia y aunque muchos acreditaban a Medina como el estratega del triunfo, una persona muy allegada a esa campaña me comentó, que el gran estratega en realidad era el Dr. Fernández porque aunque Medina hacía sugerencias, las decisiones finales las tomaba el Dr. Fernández y no siempre eran las que sugería Medina. Además, quien articulaba sus propuestas ante el electorado era el propio Dr. Fernández.
Cuando triunfa en la contienda, el Dr. Fernández nombra a Medina Secretario de la Presidencia. En el proceso, Medina usa su posición para avanzar sus aspiraciones políticas. El Dr. Fernández depositó confianza en Medina y este aprovechó la oportunidad para acumular poder. Fungiendo una posición de tanta importancia, muchos de los compañeros de partido y otras personalidades acudían regularmente donde Medina para que consultara con el presidente Fernández sobre la posibilidad de empleos o contratos con el gobierno.
Cuando esto se realizaba, bien sea por instrucciones directas del presidente, o por iniciativa de otros funcionarios de envergadura, Medina siempre tomaba el crédito indicando que si no hubiera sido por sus esfuerzos lo acontecido no hubiese tenido éxito. Se dice que con ese accionar el consideraba iba acumulando capital político a cuestas de otro.
Para las elecciones del año 2,000, la Constitución prohibía la reelección presidencial y aunque el presidente Fernández contaba con un gran apoyo, tanto en el Congreso como en popularidad, el Dr. Fernández optó por respetar la Carta Magna. Esto le abrió la puerta a Medina para que aspirara a la primera magistratura del país – pero fue derrotado.
Después, en el año 2008 también pierde la contienda interna del PLD contra el Dr. Fernández para ser candidato de nuevo a la presidencia de la nación. En ese entonces, todas las encuestas le daban más del 50% de aprobación al Dr. Fernández para repetir. Me pregunto yo, qué estratega puede concebir de qué se le puede ganar una competencia dentro de su partido a un presidente de la República en funciones?
Después de ser derrotado con más de un 70% Medina se queja y dice: “me ganó el Estado” – siendo el Estado dirigido por su propio partido! Me comentó una persona cerca de ese proceso electoral que si Medina hubiese hecho ese comentario cuando Bosch era presidente del PLD esa hubiera sido suficiente razón para ser expulsado sin derecho a regresar por indisciplinado.
Para el certamen presidencial en el año 2012, el Dr. Fernández estaba de nuevo inhabilitado y aunque recibió apoyo de senadores y la cúpula de su partido para que reformara la Constitución tampoco cedió. Esta situación brindó otra oportunidad a Medina para postularse una vez más. Es importante señalar, que de acuerdo a informaciones publicadas, debido a la presión de la mayoría del Comité Político del PLD, le otorgan la nominación a Medina a pesar de que encuestas no publicadas daban a la Dra. Margarita Cedeño de Fernández (esposa del Dr. Fernández) como ganadora de la nominación.
Se inicia la campaña del 2012 y como se dice en el argot popular dominicano, Medina una vez más “no pega”. Muchos decían que su falta de carisma y limitado dominio de la comunicación era un grave “handicap” para el hombre de baja estatura y bigotes pronunciados. Faltando semanas para concluir las elecciones y Medina abajo en todas las encuestas por más de un 14% y con temor que fuera derrotado – de nuevo – el presidente Fernández diseña una estrategia de tres frentes que eventualmente catapulta a Medina a la victoria por un escaso margen.
Para las elecciones del año 2016, Medina logra reformar la Constitución. Se comentó ampliamente en los círculos políticos del país que para lograr dicha reforma se pagaron sobornos considerables en el Congreso. Lo irónico de este hecho es que a lo largo de su carrera política, Medina siempre expresó que no era partícipe de la reelección. Aunque logra la victoria con un 62% la misma fue considerada por muchos como un triunfo de “barros” por todos los recursos inapropiados del Estado que se tuvieron que invertir.
Para la contienda del año 2020, vuelve al ataque por parte de Medina para tratar de modificar la Constitución una vez más pero esta vez se encontró con una oposición feroz liderada por el presidente de su partido, el Dr. Fernández. Esto, compilado con una llamada que le realizó el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, hizo que forzosamente desistiera del plan reeleccionista.
Es importante señalar, que otra acción por Medina considerada como un error estratégico garrafal, fue de establecer relaciones con el gobierno comunista Chino en medio de una intensa guerra comercial entre Estados Unidos y China, siendo los Estados Unidos el primer socio comercial de República Dominicana. Visiblemente molesto con el Dr. Fernández por ser el obstáculo principal de no lograr su cometido, imaginamos que por venganza impone uno de sus discípulos como contrincante para la nominación del PLD a la presidencia de la República.
Según expertos en la materia, era inconcebible que ese oponente le ganara la nominación al Dr. Fernández. Pero el 6 de Octubre del 2019, se produjo uno de los fraudes más vulgares en la historia política dominicana y aun bajo protestas la Junta Central Electoral de todas maneras procedió a proclamar ganador al candidato de Medina.
Por la decisión de interferir personalmente para que el Dr. Fernández no fuera el candidato presidencial del PLD en el 2020, por todos los cálculos erróneos cometidos por Medina, por creer que con el fraude siempre se gana, y por creer que el dinero lo puede todo, Danilo Medina llevó al Partido de la Liberación Dominicana a las más humillantes derrotas en las elecciones presidenciales, congresuales y municipales – todas celebradas este año. De manera que mi pregunta a usted lector es la siguiente: ¿Es Danilo Medina el gran estratega político que se percibe ser? Sea usted el jurado.