El guaconejo y la canelilla son perseguidas por las autoridades de Medio Ambiente y el CESFRONT, pero su tráfico se han convertido en la principal alternativa como fuente económica para los habitantes de Pedernales.
Según el CESFRONT se interceptó un camión cargado con 176 sacos de la canelilla, el cual estaba oculto entre los matorrales. De igual forma en varios operativos fueron incautados unos 280 sacos de guaconejo.
La canelilla es comercializada en los mercados y supermercados de la capital para tisanas y otros remedios, mientras el guaconejo se comercializa en Haití para fijar el perfume. Por ambas especies se pagan grandes sumas de dinero.