Por Dr. Ramón Ceballo |
Por primera vez los perredeístas dejaron a un lado el nombre y la mística del partido blanco para buscar una opción diferente, así como la clara inclinación de la Junta Central Electoral, (JCE) a favor del candidato del partido de gobierno, quedaron evidenciados durante y el proceso electoral, en la Republica Dominicana
El proceso post electoral, el déficit fiscal, además del agotamiento de la capacidad de endeudamiento de las Instituciones del Estado, indican que las dificultades e insatisfacciones crecerán en los próximos años, condiciones estas que colocan al Partido Revolucionario Moderno (PRM), frente a grandes desafíos, situación que obligara a definir estrategias claras para enfrentarse al Partido-Estado encarnado por el PLD y las organizaciones bisagras que le acompañan.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) si vence los obstáculos en el camino tiene la posibilidad de construir una fuerza política que asuma la responsabilidad de estar representando los intereses de la oposición.
El primer reto que tiene el PRM es definirse como partido. Esto significa establecer con claridad hacia donde pretende marchar y que espacio busca ocupar, no trasladando los viejos métodos que caracterizaron el accionar político, que la mayoría de la dirección del PRM aprendió y puso en práctica en el antiguo y hoy disminuido PRD.
El segundo desafío a enfrentar por la frágil estructura del partido moderno es pensar en la unidad y actuar como un cuerpo real porque sin ella no podrá plantear y buscar soluciones a los problemas que afectan a los dominicanos.
No hay espacio y la población dominicana no le perdonaría a los dirigentes del PRM transportar al mismo la lucha desgarradora que utilizaron en el hoy disminuido partido blanco. Si le dan continuidad a la “Lucha Interna” sería un golpe mortal que liquidaría la posibilidad del accionar del PRM y dejaría de ser un centro de atracción de los sectores que aspiran a encontrar un espacio para hacer política.
El tercer desafío clave para alcanzar el éxito, es definir si busca ser un Partido-Empresa o un Partido donde prevalezca la meritocracia capáz de abrazar procedimientos democráticos los cuales le permitan asumir un rol de partido opositor.
Si la decisión es por la meritocracia, entonces es fundamental abrazar procedimientos democráticos y transparentes donde la orientación ética y moral, además de la existencia de mecanismos disciplinarios ejemplarizadores, sean condiciones fundamentales para el ejercicio político.
En cuarto lugar están llamados a elaborar un programa con las reformas económicas, sociales y políticas que demanda la sociedad dominicana y solo así podrá asumir su rol de partido de oposición.
Estos y otros criterios, de seguro, abrirán las puertas para la participación de sectores sociales que buscan el rescate de la actividad política facilitando así abrir espacios para que los liderazgos aglutinadores jueguen su papel formando organismos con dirigentes que encarnen las demandas y aspiraciones de la mayoría de la población dominicana.