El gerente general de Boston Dave Dombrowski se acercó a Brian Cashman afuera del salón donde estaba por comenzar la reunión del draft de invierno de las mayores y le dio una palmada en la espalda a su colega de los Yanquis.
“Eres muy amable por detenerte a saludar a los chiquitines”, bromeó el gerente general de Nueva York.
Boston hizo los movimientos más ostentosos en las reuniones de invierno de las Grandes Ligas al adquirir al as Chris Sale de los Medias Blancas de Chicago y al relevista Tyler Thornburg de Milwaukee, mientras pactó un acuerdo con el primera base y agente libre Mitch Moreland.
Cashman sigue encaminando a los Yanquis a una situación en la que puedan volver a pujar por las grandes estrellas. Recuperó a Aroldis Chapman con un contrato por cinco años y 86 millones de dólares que deja a Nueva York con dos relevistas dominantes para cerrar los juegos, y también se quedó con Matt Holliday por un año y 13 millones.
“Todavía estamos asegurando talento en el presente y asegurándonos de que tenemos lo que queremos para el futuro”, dijo Cashman, “mientras logramos ser tan buenos como sea posible en 2017, y espero que aún mejores en 2018 y más adelante”.
Mientras los Medias Rojas sienten que están en una situación idónea para ganar títulos con estrellas jóvenes como Mookie Betts y Jackie Bradley Jr. respaldando a una rotación que incluye a Sale, Rick Porcello y David Price, Nueva York no ha ganado un partido de postemporada desde que Derek Jeter se fracturó un tobillo en la seria de campeonato de la Liga Americana en 2012, y se ha perdido los playoffs en tres de los últimos cuatro años.
Considerando que se necesitaba una reconstrucción, Cashman intercambió a Chapman a los Cachorros en julio por el campocorto Gleyber Torres, el derecho Adam Warren y otros dos prospectos. Torres, de apenas 19 años, fue reconocido como el Jugador Más Valioso más joven en la historia de la Liga de Otoño de Arizona.
Ahora Cashman tiene el botín de ese canje además de recuperar a Chapman, cuya contratación está sujeta a exámenes médicos de rigor.
“Quisiera que alguien más le hubiera hecho una mejor oferta para que él pudiera irse a otra parte”, comentó Dombrowski sobre ese fichaje.
Nueva York tuvo un trío estelar de relevista el verano pasado con Chapman, Dellín Betances y Andrew Miller, quien fue canjeado a Cleveland por cuatro prospectos, incluyendo el jardinero Clint Frazier.
Por ahora, Chapman es uno de los Yanquis mejor cotizados. Hizo 48 de los 49 lanzamientos más veloces de las Grandes Ligas este año, de acuerdo con Statcast de la MLB, incluyendo una recta de 105.1 millas por hora. Su velocidad promedio de 100.9 millas fue la mejor.
Miami también buscaba Chapman, quien cumple 29 años en febrero, y le ofrecía un contrato que le pagaría más dinero en los últimos años. En el acuerdo con Nueva York, el más alto para un relevista, recibirá un bono de 11 millones de dólares por firmar, de los cuales 1 millón se le paga este año y 5 millones en cada uno de los dos años siguientes, y un salario anual de 15 millones. Tiene la opción de terminar el contrato en 2019, una cláusula que le permite vetar cualquier canje en los tres primeros años y luego un acuerdo limitado que señala que no puede ser canjeado a ninguno de los cinco equipos de California o Seattle sin su consentimiento.
“Los precios (en el mercado) están por el techo, tanto en canjes como en la agencia libre” dijo Cashman.
Chapman fue adquirido por Nueva York procedente de los Rojos de Cincinnati antes del comienzo de la temporada pasada, y se perdió los primeros 29 partidos de la campaña debido a una suspensión por un caso de violencia doméstica. El cubano fue canjeado a los Cachorros de Chicago a fines de julio y ayudó al equipo a conquistar su primera Serie Mundial, para después convertirse en agente libre.
Tuvo marca de 4-1 y 36 rescates, con 1.55 de efectividad, en 59 partidos con los Yanquis y Cachorros. Tuvo algunos problemas en la postemporada, especialmente cuando entró a partidos antes de la novena entrada y con corredores en base.
