Por: Misael Pérez Montero |
Santo Domingo; Rep. Dom.- Durante año y medio de mi regreso a la media isla he observado como los ayuntamientos, en su totalidad; actúan de forma irregular ante lo que debería ser sus funciones “La de recoger la basura”, y ante los horarios nocturnos de los bares llamados “Drin” voltean la mirada sin que nadie haga nada para evitar las grandes molestias que generan.
Estos locales suelen tener informes policiales de sus irregularidades, y a veces hasta se les abre expediente sancionador, supuestamente; debido al alto porcentaje de consumo y la venta de sustancia prohibidas sin que el departamento de medio ambiente, ayuntamientos, policías u otras instituciones del estado pueda hacer algo al respeto.
Este incumplimiento de horarios, reglas y normas establecidas, judicialmente hablando contrario en la práctica, se incumplen porque estos negocios nocturnos generan grandes riquezas a través de la prostitución y la venta de estupefaciente. Muchas veces la gente que se concentra allí alega que frecuenta esos lugares para ver un partido de Beisbol. Deporte este muy seguido por mis paisanos.
Ahora bien; las preguntas son las siguientes ¿Porque nadie protesta, pueden quebrantar las normas sin que nadie haga nada? ¿Se le da nueva licencia a comerciante con expediente abierto? ¿Van a pasar años hasta que se haga algo?
Sin embargo; a pesar de estas interrogantes que hice se sigue permitiendo la entrada y venta de alcohol a menores de edad, sin que las autoridades quieran y puedan actual en defensa de la comunidad. A estos no solo se les ve en el interior como el pasado sábado, vi varios menores; incluso aparcaron frente al “Drin” y en las aceras se terminaron de tomar sus consumiciones.
La realidad es que mientras no se les aplique sanciones reales por sus actuaciones, le sale más rentable eludir las normas y reglas jurídicas. Pero en caso de que las instituciones llamadas a erradicar estos males actué en consonancia a sus deberes, entonces los propietarios de “bares-drines” se mudan a no menos de 50 metros.
Estas personas actúan con total impunidad, porque saben que la ley es garantista, van a poder estar muchos meses, incluso años, hasta que se les clausure el local, y con mudarse a otro local cercano lo tienen hecho.
Los vecinos que tengan la desgracia de tenerlos debajo o encima van a sufrir un total desamparo, ya que la policía no tiene competencia más que para dar acto de fe o decirle a los propietarios bajen un poquito la música por favor si es que lo hacen; y es el departamento de medio ambiente, entiendo yo, el que debería iniciar un procedimiento largo y costoso, cuando debería actuarse con absoluta rapidez para clausurar los locales que no cumplan las normas y leyes.
Y lo peor es que se vayan a otro local y a reiniciar el proceso los nuevos vecinos afectados… Otro ejemplo del país de pandereta en el que vivimos, del total desamparo legal para los ciudadanos honrados.
