El alcalde Lima Rafael López Aliaga cumple 15 semanas en su cargo. Él es la primera persona en ocupar tal puesto cuando esta ciudad ya se ha convertido en la primera del Pacífico americano en bordear los 12 millones de habitantes.
Se trata también del primer burgomaestre capitalino electo con menos votos que el ausentismo. Mientras el 18.5% del electorado votó por él, el 30% de este no vitó o lo hizo en blanco o nulo. Por ley cualquier autoridad de las 25 regiones del Perú debe recabar un mínimo del 30% de los votos válidos, pero López no ha llegado si quiera a ese porcentaje y ha llegado a la comuna, pues Lima, pese a ser la región más pobladas y a tener más personas que la suma de los 11 departamentos con más gente del Perú, está exenta de tal norma.
Se supone que los primeros 100 días de gestión de cualquier nuevo gobierno (ya sea nacional o local) son unos donde este sube su popularidad, pues “escobita nueva barre bien”. En el caso de López, al igual que el de su socia Dina Boluarte, viene ocurriendo lo inverso. La única luna de miel que existe es la que hay entre el alcalde y su Presidenta, pero no entre ambos con respecto al pueblo.
Los dos ya tienen un nivel de desaprobación que supera al de su aprobación. López hizo lo contrario a lo que prometió para ganar votos: en vez de reducir o anular peajes, los hizo subir. Dijo que iba a lograr corrupción cero, pero ha contratado a malversadores de fondos y apenas se posesionó en su cargo, juró por Luis Castañeda Lossio, el fundador de su partido. Él es el único exalcalde de Lima que murió con prisión domicilairia sindicado por corrupción. Dentro de su personal de confianza, López ha contratado a una veintena de antiguos oficiales de Castañeda (algunos con antecedentes).
Ahora quiere bautizar con el nombre de ese tan deshonesto personaje a una emblemática avenida que une a los distritos de San Juan de Miraflores con Villa El Salvador. Esto implica cambiar el que hoy tiene (Av. José Mariano Pastor, en honor a un coronel patriota que cayó allí defendiendo dicha zona contra el asalto chileno en 1881).
Colinialismo.
Aparte de querer alterar la denominación de una importante arteria (para seguir confundiendo a taxistas y al público y ofender a quienes resistieron la ocupación militar extranjera y a quienes no quieren saber nada con corruptos), la otra modificación vial que viene gestionando para consumar pronto es la de introducir un nuevo sistema de transporte. En pleno tercer milenio quiere volver a la épica de la carreta. Quiere que Lima seas la única ciudad del mundo donde haya caletas virreinales remolcadas por bailarines y acrobáticos caballos de paso (los cuales no están entrenados para ser bestias de tiro), lo cual generaría más problemas de tráfico, eses y maltrato animal.
Además, quiere obligar a ciertos ambulantes a usar uniforme colonial, con lo cual quiere insultar a quienes celebran también las tradiciones milenarias y andinas de la Lima prehispánica para festejar el dominio de la monarquía castellana. López ha hecho que Lima sea sede del último Foro de Madrid de Vox y ha premiado a 2 líderes de este partido franquista que quiere el restablecimiento del imperio ibérico (al que llaman Iberosfera).
Además de estas cuestiones, que no propuso en campaña, ahora quiere sancionar a los ambulantes que limpian autos (y a quienes dejan que ellos se los aseen), lo que implica que vendrán más ofensivas contra los ambulantes y quienes se ven obligados a ganarse honradamente el sudor de su frente, a falta de empleos dignos. Ya ha logrado impedir movilizaciones en el Cercado y Miraflores (violando derechos humanos y constitucionales a la protesta) y clausurar el Lugar de la Memoria.
Ha sido incapaz de hacer frente al peor diluvio que ha tenido Lima en más de medio siglo. Su respuesta ha sido decir que carece de dinero, que se deben hacer cadenas de oraciones y que hay que hacer desalojos inhumanos.
Promesas cero.
En cambio, no ha cumplido ninguna de sus ofertas electorales. Los peajes, en vez de ser anulados, han subido. En lugar de las 10 mil motos con GPS para la seguridad ciudadana, hay más de 10 mil uniformados para la represión al pueblo. Quien prometió hambre cero ataca a los comedores populares que alimentan a quienes llegan de provincias. Tampoco ha cumplido con entregar el 10% del presupuesto municipal a las ollas comunes.
No se ve en ninguna parte el inicio de la construcción de los 30 tanques de agua para 2 millones de limeños (más bien, ha llenado Lima con tanques armados), los teleféricos para conectar San Juan de Lurigancho, Independencia, Comas y Carabayllo, el tranvía universitario de San Martín de Porres a Carabayllo, el tren de pasajeros Chosica-Callao, la reforestación de 40 manzanas en las riberas del río Rímac con 3 puentes sobre este, la Vía Expresa Aérea Sur de 10 kilómetros que una Av.Javier Prado con Villa El Salvador (VES), etc.
Su planeado metro subterráneo de sur a norte de Lima (de VES a Puente Piedra) sigue en el papel, mientras las interminables obras del que une al este y oeste (Ate y Callao) obstaculizan el tráfico.
López y su partido apoyaron las 4 mociones de vacancia que terminaron sacando a Castillo. Ante tantas faltas es posible ir a una vacancia contra este alcalde, lo cual debiera ser impuesto por un masivo cabildo abierto.
Isaac Bigio. Politólogo economista e historiador con grados y postgrados en la London School of Economics.
