Por: Roger Rivero |
Siempre me ha gustado Volvo. Las razones incluyen algunas emocionales, por haber vivido en el país escandinavo, y admirar como una nación prácticamente desconocida en la década de los cincuenta, ha logrado el progreso y bienestar que ostentan sus casi diez millones de habitantes. Me parece extraordinario que un país con tan poca población, coloque en el más competitivo de los mercados del mundo marcas como IKEA, H&M, Ericsson, Skanska, Sabb y por supuesto Volvo.
La industria automotriz ha sufrido cambios enormes en los últimos veinte años, y Volvo no ha estado exento, todo lo contrario. A sido protagonista más bien de muchos de ellos. Cuando el destino del fabricante a cada momento simulaba más el final de Sabb, llegaron los chinos de Geely en el 2010, con 11 billones de dólares en el bolsillo, para rescatar uno de los símbolos del orgullo sueco.
El primer resultado plausible de esta inyección rescatista de efectivo, vio la luz en el 2014, cuando entró en producción el SUV XC-90. Cuando salió a la venta a mediados del 2015, varios miles de reservaciones se habían hecho. Ese año, se vendieron 10,777 unidades del CX-90. En solo los primeros 9 meses del 2016, 24,131 Volvos CX-90 han encontrado un hogar en Estados Unidos, dejando claras las preferencias para un auto completamente renovado.
Ahora llega el segundo producto de la transformación Volvo. Durante una semana hemos probado el S-90, un sedán que comparte la misma plataforma con el SUV CX-90. Es la llamada SPA, sobre la cual seguirán fabricándose nuevos modelos, aprovechando la flexibilidad que permite, y sin descontar el tremendo ahorro que representa para Volvo. Esta plataforma también promete mayor seguridad a los pasajeros en caso de accidente, y está diseñada para llevar motores de cuatro cilindros.
Comentar con detalle las implicaciones de este cambio requeriría más espacio del que en estas páginas se me ha otorgado, pero no quisiera dejar pasar la oportunidad para comentar sobre la creciente tendencia de implementar motores de cuatro cilindros, para casi todo tipo de vehículo. La presión de regulaciones medioambientales es fuerte, y los fabricantes tratan de producir autos con mayor economía.
El S-90 que probamos hace 31 millas por galón en la autopista y 22 en la ciudad, en un auto que pesa 4,222 libras. Al tiempo que los cuatro cilindros ganan popularidad, un estudio de J.D. Power revela que el número de problemas por auto en modelos de 4 cilindros del 2011, ha aumentado en 10 por cada 100. Solo con el tiempo se podrán sacar conclusiones, y que conste, no solo Volvo es responsable por la fiesta de los pocos cilindros.
Generando 316 caballos de fuerza en este motor Turbo y Super alimentado, hay razón para encomiar la agilidad con que se mueve el S-90. Ayuda recibe de la transmisión, una Aisin-Warner que bien sabe hacer su trabajo en cualquier condición.
El diseño exterior de este nuevo Volvo, al igual que su predecesor el CX-90 atraen miradas como modelo en la pasarela, y sin entrar en detalles, esto es lo que pretende todo diseñador. El interior merece mención separada. El acabado es de alta calidad, así como los materiales. Los asientos de Volvo siguen siendo altamente encomiados y en estos no hay diferencia, y el despliegue de la consola es limpio y estilizado…quizás demasiado limpio.
Volvo ha decidido llevar el extremo la expresión “minimalista” del diseño escandinavo, desapareciendo casi por completo los controles movidos por botones. ¿Visualmente? Una maravilla. ¿Prácticamente? Un dolorcillo de cabeza. Amistad y entendimiento con la pantalla táctil de diez pulgadas y sus menús, no siempre bien diseñados, no son aquí opcionales.
Mención aparte merece el sistema de sonido. Bowers & Wilkins ha diseñado uno de 19 altavoces y 1,400 watts de potencia que no merece otro calificativo que: FENOMENAL.
Con el S-90, Volvo gana más terreno en su ambición por competir con los alemanes. Si hace diez años se les hubiera preguntado a compradores en el sector de sedanes de lujo si comprarían un Volvo, en lugar de un Mercedes o BMW, la mayoría -quizás todos- hubiesen respondido que no. Volver a hacer esta pregunta en el 2017, seguro retornara resultados diferentes, gracias en parte, a un sedán que va descubriendo su camino al éxito, el nuevo S-90.
Configuraciones y precio base del 2017 S-90: T5 Momentum, $46,950. T5 Inscription, $50,450. T6 AWD Momentum $52,950