Por David Shepardson |
WASHINGTON (Reuters) – La automotriz alemana Volkswagen AG confirmó en la noche del viernes que pagará 1.210 millones de dólares a 625 concesionarias de la marca en Estados Unidos como parte de su acuerdo por 16.500 millones de dólares para resolver el escándalo de emisiones de sus vehículos diésel.
Bajo el acuerdo, que fue anunciado en principio a comienzos de agosto, los concesionarios de VW recibirán un promedio de 1,85 millones de dólares cada uno en un lapso de 18 meses
Por separado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio y abogados de los propietarios de 475.000 vehículos diésel contaminantes presentaron el viernes documentos legales solicitando a un juez federal que otorgue la autorización final a las ofertas de recompra y esfuerzos de reparación en una audiencia el 18 de octubre.
Un documento presentado por abogados de los concesionarios de la empresa dice que Volkswagen no venderá en Estados Unidos ningún vehículo diésel de los modelos 2016 y 2017. La compañía, que tiene prohibido vender todos sus autos diésel en Estados Unidos desde finales de 2015, dijo anteriormente este mes que no está claro si volverá a comercializar ese tipo de coches en el país.
Como parte del acuerdo con los concesionarios de la marca VW, la compañía seguirá pagando incentivos a los vendedores, recomprará los vehículos diésel que no se pueden vender y suspenderá por dos años las mejoras de infraestructura que quería que realizaran los concesionarios. Un juez federal aún debe aprobar el acuerdo.
Volkswagen aún afronta potenciales demandas civiles por miles de millones de dólares y posibles multas criminales por violar las leyes de emisiones de Estados Unidos, así como una costosa recompra de 85.000 vehículos equipados con motores diésel de 3,0 litros si no puede convencer a los reguladores de que es capaz de repararlos.