Los miles de evacuados en el norte de California por el fuego que ha arrasado ya 11.500 acres (4.657 hectáreas) en el condado de Lake hacen presagiar que la actual temporada de incendios sea incluso peor que la del año pasado, la más desastrosa en la historia del Estado Dorado.
Con una vegetación que comienza a secarse, pronósticos de temperaturas calientes para el verano y la intensidad de los vientos de Santa Ana, los pronósticos sobre la temporada de incendios para este año no son muy alentadores.
“Es muy difícil predecir que este año será más intenso que el año pasado, pero ya tenemos más de 200 incendios reportados que el año pasado en estas mismas fechas. El futuro no se ve bien”, dijo a Efe Scott McLean, vocero del al Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (CAL FIRE).
De acuerdo a cifras de esta entidad, 2,357 incendios habían sido reportados en el estado hasta el 24 de junio. 32.599 acres (13.192 hectáreas) fueron consumidos por estos fuegos.
Las cifras ya superan el promedio que se presentó el año pasado a esta fecha. 2.122 incendios fueron sofocados y 29.252 acres (11.837 hectáreas ) consumidos por las llamas.
La diferencia de más de 3.000 acres incendiados este año podría crecer rápidamente si no se logra contener el incendio Pawnee en el condado de Lake, al norte de San Francisco, que ya ha arrasado con más de 11.500 acres y 22 estructuras, y amenaza otras 600.
El gobernador Jerry Brown declaró el estado de emergencia este lunes para la zona afectada, asignando recursos estatales que incluyen empleados, provisiones e instalaciones.
Los esfuerzos de las autoridades están concentrados en evitar las pérdidas humanas. En 2017, 44 personas murieron a causa de los incendios y se registraron más de 10.000 millones de dólares en daños materiales.
Esto sin contar las más de dos decenas de víctimas de los deslaves de enero pasado en el sector de Montecitos, una tragedia que ocurrió en el mismo sector donde azotó el incendio Thomas, el más grande de la historia de California que calcinó 281.893 acres de las colinas de Santa Barbara y Ventura.
Ante el inminente riesgo, el Senado de California aprobó un paquete integral de proyectos de ley para ayudar a contrarrestar las emergencias por fuegos.
“El cambio climático provocado por el hombre ha forzado una nueva realidad desafortunada en nosotros, una que ha traído un número creciente de desastres naturales mortales”, dijo la presidente pro tempore del Senado californiano Toni Atkins.
Lo proyectos piden fondos para la limpieza de escombros, así como para despejar trabas entre los propietarios de terrenos particulares, del estado e incluso del gobierno federal.
Las empresas que prestan servicios públicos, y en especial las compañías eléctricas, deberán adoptar planes para mitigar los riesgos de incendios y elevar su infraestructura, advierten dos de las propuestas.
También se pretende unificar los sistemas de aviso de emergencia para poder realizar las evacuaciones a tiempo.
Los legisladores insisten en cuidar a los propietarios y han propuesto varias reformas para las aseguradoras. El Senador Ricardo Lara intenta prohibir a las compañías de seguros cancelar o no renovar la póliza de un propietario por un año si viven en un condado con Estado de Emergencia declarado.
“Los letales incendios de North Bay y Ventura expusieron la vulnerabilidad de los propietarios, incluso si sus hogares sobrevivieron a las llamas”, aseguró Lara.
La preocupación por los daños posteriores que deja un incendio llegó incluso hasta el Procurador General de California, Xavier Becerra, que advirtió al público sobre las protecciones que tienen los residentes de lugares que han sido declarados en Estado de Emergencia.
“La ley protege a las personas impactadas por una emergencia contra el aumento ilegal de precios en la vivienda, el gas, los alimentos y otros suministros esenciales”, advirtió Becerra.
El portavoz de CAL FIRE, quién viene lidiando con incendios en California desde las década de 1960, advirtió que la temporada y, por consiguiente, el riesgo, apenas comienzan.
“Aún falta la temporada de octubre y diciembre. Esos fueron los meses más catastróficos el año pasado, es muy preocupante”, insiste McLean.
En medio del panorama poco halagüeño, y con el incendio del condado de Lake contenido en solo un 5%, autoridades como Mclean recuerdan que la educación en la comunidad puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
“Hay que ayudar a evitar los fuegos, comunicar cualquier señal de incendio y estar atentos a cualquier señal de emergencia; tenemos que estar prevenidos”, alertó.