Bogotá.- El presidente de Transparencia Internacional (TI), José Ugaz, aseguró hoy en Bogotá que América Latina “está pasando por una etapa de luces y sombras” en materia de lucha contra la corrupción, e indicó que el principal reto para la región “es la ruptura de la impunidad”.
“Sombras porque efectivamente se evidencia que vivimos una corrupción histórica, estructural y sistémica, pero a la vez como nunca antes nuestros sistemas judiciales están respondiendo”, resaltó el abogado peruano.
Ugaz, que hoy participó en el foro “Corrupción en Colombia, la peor forma de violencia”, organizado por distintas entidades públicas y privadas encabezadas por la revista bogotana Semana, resaltó los casos de países como Brasil y Guatemala.
“Honduras, donde hay dos ministros presos; Perú, donde hay un presidente condenado a 25 años, otro con orden de captura y vendrán algunos más; El Salvador, donde hay un expresidente fugado (…) y esto se está replicando”, agregó.
El funcionario señaló como “un reto fundamental” para afrontar en Latinoamérica “la ruptura de la impunidad”, que, a su juicio, “no se limita a las condenas judiciales, ni siquiera a la prisión de los responsables”.
“La impunidad va a subsistir si esas sanciones, y esos descubrimientos, y esas investigaciones no llevan al cambio”, apuntó Ugaz, para quien “habrá impunidad si no hay cambio”.
En específico advirtió que la impunidad es un reto para Colombia, “en la medida que se inicia un proceso de posconflicto”, en el que consideró que temas como el “financiamiento de la política tienen que cambiar radicalmente” .
“En el escenario del posconflicto, creo que la ciudadanía debe jugar un rol muy activo a efecto de evitar que se desvían fondos para fines no previstos y para beneficio de unos cuantos”, añadió en declaraciones a periodistas.
Sobre la investigación que se sigue en varios países por el pago de sobornos y financiación de campañas políticas por parte de la constructora Odebrecht, Ugaz consideró que la primera lección es “negativa” y “es que la corrupción es global, es exportable, y efectivamente está afectando” a “más de dos terceras partes de la humanidad de una manera severa”.
“La lección positiva es que en América Latina estamos viendo respuestas enérgicas, muy profesionales de fiscales y jueces y de Gobiernos en algunos casos que están apoyando a los fiscales y a los jueces para investigar, conocer la verdad y sancionar a quienes han incurrido en estos casos de corrupción”, señaló.
Para el procurador general de Colombia, Fernando Carrillo, detrás del caso Odebrecht “no solo hay corrupción empresarial, sino corrupción política”.
“Cada uno de los países donde hubo la mayor cantidad de sobornos: en el caso de Colombia fueron 11 millones de dólares; en el caso de Venezuela fueron 98, en el caso de la República Dominicana 59; hubo en Ecuador, hubo en el Perú, ahí había una operación que tenía raíces de carácter político también y no únicamente de corrupción empresarial”, advirtió.
Mientras el fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, aseguró que lo que el país ha hecho en el caso Odebrecht “no tiene resultado alguno en América Latina”, al afirmar que su despacho tiene “17 líneas de investigación asociadas” a esa investigación.
“El 22 de diciembre se denunció por el Departamento de Justicia el caso y la justicia americana dijo que eran dos contratos de contratos. La Fiscalía pasó por ahí hace mucho tiempo. Y el 5 de enero, los colombianos ya sabían cuáles eran los dos contratos y quiénes habían recibido los 11 millones de dólares”, explicó.
El director de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), Pedro Flores Urbano, resaltó en declaraciones a Efe la importancia de la cooperación para enfrentar el desafío global de la corrupción.
“No se puede enfrentar la corrupción siendo un desafío global sin que haya colaboración internacional, vía acuerdos internacionales, pero también colaboración de diferentes países”, subrayó.