La firma de transporte y movilidad Uber ha decidido cerrar las operaciones de su rama de envío de comida a domicilio, Uber Eats, en ocho países con el objetivo de centrar sus esfuerzos en aquellos mercados en los que tiene potencial de ser el primer o segundo mayor actor del mercado.
Según ha informado este lunes a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), Uber ha decidido cerrar las operaciones de Uber Eats en República Checa, Egipto, Honduras, Rumanía, Arabia Saudí, Uruguay y Ucrania. El cese de las operaciones se producirá el 4 de junio.
Asimismo, ha decidido transferir todas sus operaciones en Emiratos Árabes Unidos a Careem, su filial de Oriente Próximo. La transición de una plataforma a otra se producirá “en las próximas semanas”. Uber compró Careem por 3.100 millones de dólares (2.836 millones de euros) en efectivo y acciones hace algo más de un año.
“Estas decisiones se han tomado como parte de la actual estrategia de Uber de estar en primera o segunda posición en todos los mercados de Eats mediante la inversión en algunos países y la salida de otros”, ha explicado la empresa.
El negocio de Uber Eats en estos mercados era minoritario, según ha explicado la empresa. En concreto, suponían el 1% de los pedidos totales a través de Uber Eats, así como el 4% de su resultado bruto de explotación (Ebitda) en el primer trimestre de 2020.
“De forma consistente con nuestra estrategia, reinvertiremos los ahorros [de estas operaciones] en los mercados prioritarios en los que esperamos lograr un mejor retorno sobre nuestra inversión”, ha explicado la compañía liderada por Dara Khosrowshahi.