La disputa por el muro en la frontera sur saltó hoy al horario de máxima audiencia en ese país, con sendos discursos del presidente Donald Trump y los líderes demócratas del Congreso, que no logran acercar posiciones para reabrir la Administración.
En el día 18 de la parálisis parcial de la Administración gubernamental, la segunda más larga que afronta el país desde 1976, Trump y líderes demócratas volvieron a intercambiar reclamos en torno a la aprobación del presupuesto para este año fiscal.
“Mis queridos estadounidenses, hoy les hablo porque hay una crisis humanitaria y de seguridad creciente en nuestra frontera sur”, afirmó Trump en un mensaje de ocho minutos de duración que dirigió al país desde el Despacho Oval.
Trump consideró que la construcción de un muro en la frontera es absolutamente crítico para la seguridad fronteriza del país.
“Es de sentido común. (…) Es una elección entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia”, agregó.
El mandatario reiteró su exigencia de que le sean aprobados 5.700 millones de dólares para la barrera, que insistió espera sea construida con acero, en vez de hormigón.
Trump argumentó que el muro se pagaría “por sí mismo”, teniendo en cuenta que interrumpiría la llegada de drogas ilegales, que cuestan a EE.UU. unos 500.000 millones de dólares al año, según sus cálculos.
Pese a las continuas afirmaciones de Trump sobre la crisis fronteriza que vive Estados Unidos actualmente, el número de personas que han sido detenidas en el linde con México ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.
En el año 2000, 1,6 millones de personas fueron detenidas tratando de cruzar la frontera sur hacia Estados Unidos, una cifra que cayó hasta menos de 400.000 en 2018, de acuerdo a datos oficiales.
La alocución presidencial estuvo precedida por la incertidumbre sobre la posibilidad de que Trump declarara la emergencia nacional, mecanismo que le permitiría utilizar fondos militares en la construcción de la barrera fronteriza.
En 1976, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Emergencias Nacionales, que permite al presidente declarar una emergencia nacional a su discreción y que no ofrece ninguna definición concreta de “emergencia” ni los criterios requeridos.
Esta ley activa un conjunto de poderes por los que Trump podría ordenar la construcción del muro fronterizo, una de sus promesas estrella durante la campaña electoral.
Entre otras, Trump sería capaz de reasignar el gasto militar en proyectos de construcción para levantar el muro en la frontera, que estaría entonces considerada “una estructura necesaria para la defensa nacional”, de acuerdo a la legislación.
Tan pronto concluyó la alocución presidencial y en un hecho inédito, los líderes demócratas respondieron durante ocho minutos, el mismo tiempo al aire que las principales cadenas de televisión le concedieron al gobernante, sus afirmaciones.
“El presidente Trump debe dejar de mantener como rehén al pueblo estadounidense, dejar de fabricar una crisis y debe volver a abrir la Administración”, dijo la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi.
La líder de la Cámara Baja lamentó que Trump haya optado por mantener la Administración cerrada por culpa de la disputa que mantienen demócratas y republicanos por los fondos para construir un muro en la frontera con México, en vez de aceptar una propuesta demócrata que volvería a abrir parte del Gobierno.
El pasado 3 de enero, el mismo día de la instalación del nuevo Congreso estadounidense, Pelosi aprobó partidas para financiar algunas agencias afectadas por la parálisis de actividades, pero no incluyó fondos para el muro.
Para convertirse en ley, las iniciativas avaladas en le Cámara de Representantes deberán ser discutidas por el Senado, de mayoría republicana, por lo que se anticipa que no alcancen el respaldo esperado.
Además de distintas agencias que han debido suspender algunas de sus funciones a raíz de la falta de recursos, alrededor de 420.000 empleados considerados esenciales han continuado trabajando sin devengar sueldo, mientras otros 380.000 permanecen en licencia, también sin remuneración, recordaron medios locales.
Trump, que se reunirá mañana con la jefatura demócrata, se trasladará próximo jueves a la frontera sur, donde se encontrará con las autoridades para conocer de primera mano la situación en la zona.