Jairo Mejía |
Pese a que abogó por la unidad en el primer discurso como presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump está colocando a sus más fervientes defensores y ultraconservadores en el equipo que diseñará el nuevo gabinete de Gobierno.
La Torre Trump, en el centro de Manhattan, fue escenario hoy de un constante trasiego de asesores y miembros del equipo de campaña de Trump, incluidos sus hijos Donald Jr., Eric e Ivanka, que preparan ya el que será el nuevo Ejecutivo que tomará las riendas del país a partir del 20 de enero.
La flamante oficina del presidente electo emitió un comunicado en el que informó que el vicepresidente electo, Mike Pence, se encargará de diseñar el traspaso de poder, que hasta ahora había sido responsabilidad del gobernador de New Jersey, Chris Christie.
Además, anunciaron las figuras que formarán parte del nuevo equipo de transición, que incluyen a tres hijos del magnate neoyorquino, Ivanka, Donald Jr. y Eric, convertido en pieza central de los negocios y manejos políticos del presidente electo.
Los políticos que defendieron la candidatura de Trump desde los primeros días de campaña recibirán cargos de importancia en el equipo de transición y probablemente en el Gobierno.
El expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich podría optar a varios cargos, entre ellos secretario de Estado, al igual que el iracundo exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, que podría tener un papel en Justicia, o el senador Jeff Sessions, quien podría mover los hilos del presupuesto desde la Casa Blanca.
Otro de los que tendrá un importante papel en el traspaso de poder entre la administración de Barack Obama y la de Donald Trump será Jared Kushner, magnate inmobiliario, marido de Ivanka Trump y considerado el verdadero director de la exitosa campaña del republicano.
Trump se impuso en las elecciones generales del martes de manera inesperada a la candidata demócrata, Hillary Clinton, a la que la mayoría de encuestas daban ligeras ventajas y ponía como favorita para sustituir a Obama.
Especulaciones
Las especulaciones y filtraciones que más credibilidad hasta ahora en los medios estadounidenses apuntan a que el nuevo Ejecutivo contaría con políticos ultraconservadores asentados en Washington y posiblemente figuras de Wall Street.
Eso contrastaría con el mensaje crítico a la política tradicional y a la influencia de los grupos de interés en el Gobierno que Trump reiteró durante la campaña y que caló tan bien entre sus seguidores.
Además, que pese a abogar la noche de su victoria electoral por unir al país y ser el presidente de todos los estadounidenses, su Ejecutivo podría estar compuesto por figuras ultra conservadoras, representantes del “Tea Party” o voces poco conciliadoras.
Trump, que se reunió ayer jueves con Obama en la Casa Blanca para iniciar el proceso de transferencia de poder que culminará con la toma de posesión el 20 de enero, deberá nombrar a los jefes de más de una decena de ministerios, así como agencias federales y otros puestos en la judicatura o dentro de la Casa Blanca.
Stephen Bannon, director del portal de noticias de la derecha alternativa Briebart, jefe de campaña de Trump y miembro del equipo de transición suena como posible jefe de Gabinete de la Casa Blanca, algo para lo que también podría optar el presidente del Comité Nacional Republicano, Rience Priebus, el principal aliado del presidente electo durante su accidentada campaña de primarias.
Listas de posibles candidatos obtenidas por Buzzfeed News y Político ponen al gobernador Christie, que fue fiscal de distrito, como candidato fuerte para ser el Fiscal General, al frente del Departamento de Justicia.
La ultraconservadora figura del “Tea Party”, exgobernadora de Alaska y excandidata a vicepresidenta en 2008 Sarah Palin podría ser nombrada secretaria de Interior, mientras que Ben Carson, exrival de primarias de Trump, adventista y neurocirujano, suena como posible secretario de Educación o de Sanidad.
Como secretario de Seguridad Nacional las apuestas se inclinan por el alguacil del condado de Milwakee, David Clarke, un antiabortista extremo, que ha criticado las manifestaciones contra la brutalidad policial y exige mano dura contra el crimen y los indocumentados.
Para el vital puesto de secretario de Defensa, Trump podría contar con el congresista Duncan Hunter, miembro del Comité de las Fuerzas Armadas, veterano de la armada y uno de los legisladores con un historial de votos más conservador del Congreso.
Para jefe de la diplomacia estadounidense, el equipo de Trump podría inclinarse por el regreso a la primera línea de John Bolton, exembajador estadounidense ante la ONU, o contar con el senador Bob Corker.
El Departamento del Tesoro podría caer en manos de algún banquero o ejecutivo de Wall Street.
El canal CNBC asegura que el equipo de Trump le ha ofrecido el puesto al polémico consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, criticado por sus excesos durante la crisis financiera.
Otro de los que podría dirigir el Tesoro es el billonario e inversor Carl Icahn, que confesó que abandonó la fiesta del triunfo electoral de Trump en mitad de la noche para invertir mil millones de dólares en acciones, ya que asegura el resultado electoral es bueno para Wall Street. EFE