El presidente de Estados Unidos, Donald Trump es “ligeramente” favorito para lograr la reelección en 2020, y para vencerle el Partido Demócrata debe buscar un candidato joven y carismático y poca experiencia política que le combata con algunas de sus mismas armas.
Esta es la opinión de David Wasserman, uno de los analistas políticos más destacados de Estados Unidos, quien en una entrevista con Efe repasa la situación en su país tras las elecciones legislativas de noviembre pasado y el camino a las presidenciales de 2020.
Wasserman, uno de los responsables de Cook Political Report y que dos meses antes de la elección de 2016 ya predijo que Trump tenía posibilidades de ganar con menor voto popular (como finalmente ocurrió), está en España para participar en una serie de conferencias.
Según su análisis, el presidente estadounidense sigue siendo muy popular entre los votantes y simpatizantes republicanos, con un 85 % de aprobación. Trump mantiene “una fuerte lealtad de su base”, resume Wasserman.
Más aún porque el ambiente político en Estados Unidos está “muy polarizado”, en especial desde que Trump llegó al poder, y eso favorece al presidente para mantener movilizados a sus seguidores a través de su uso compulsivo de las redes sociales.
Eso y la buena marcha de la economía estadounidense hacen que salvo una recesión o algún acontecimiento realmente muy potente que dañe a su imagen, Trump podría discurrir plácidamente hasta las elecciones de 2020 a pesar de la “nube ética” que le rodea, explica el analista.
Como Trump no es un candidato normal en el espectro político, y dadas las peculiaridades del colegio electoral, por el que se puede ser presidente con menos votos que el rival (como ya ocurrió en 2016), Wasserman sugiere que los demócratas deben presentar un “anti-Trump”.
A su juicio eso implica buscar un candidato joven, con mucho carisma y poca experiencia política -tener mucha experiencia en Washington, ser legislador durante mucho tiempo es cada vez visto de forma más negativa por una parte importante de la población-, y este analista sugiere el nombre del congresista texano Beto O’Rourke, que estuvo a punto de derrotar al senador Ted Cruz en noviembre.
O’Rourke, a quien algunos le comparan ya con los expresidentes Barack Obama o John F. Kennedy por su magnetismo, sería para Wasserman un candidato con más posibilidades que senadores con mucha experiencia en Washington, como Joe Biden o Kirsten Gillibrand, pero cuyos mensajes parecen encorsetados y carentes de frescura.
Para este experto, la nueva congresista Alexandra Ocasio-Cortez podría ser una alternativa, pero a sus 29 años, la legisladora más joven en pisar el Capitolio aún está lejos de la edad mínima de 35 años para aspirar a la Casa Blanca.
Ante la muy buena calidad de algunos de los nuevos congresistas, sobre todo mujeres, elegidos en noviembre, Wasserman anticipa que “los demócratas tendrán una nómina de aspirantes mucho mejor para 2024”.
Ocasio-Cortez es latina, y a pesar del creciente peso de esta comunidad en la población y el electorado de EEUU, el experto reconoce que esa progresión tendrá por ahora un impacto “limitado” debido a su distribución geográfica, muy abundante en estados donde no son decisivos, como California, Nueva York o Texas.
Debido a la composición del colegio electoral y la distribución de fuerzas, anticipa que la elección presidencial de 2020 se decidirá en seis estados: Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Carolina del Norte, Arizona y Florida, y los latinos únicamente son importantes en los dos últimos.
De cara al futuro inmediato, este analista no cree que el Partido Demócrata, a pesar de haber recuperado la mayoría en la Cámara, lance un proceso de juicio político (“impeachment”) contra Trump, salvo que haya alguna novedad escandalosa.
Ese procedimiento se inicia en la Cámara, pero el juicio político tiene lugar en el Senado, donde hay mayoría del Partido Republicano, lo que hace prácticamente imposible lograr allí los votos de dos tercios para destituir al presidente.
Además, recuerda cómo en el juicio político al entonces presidente Bill Clinton en 1998-1999, ese procedimiento fue “contraproducente” para los republicanos. “Un ‘impeachment’ podría reforzar” aún más a Trump, advierte Wasserman.
Este analista Wasserman prevé además que el Partido Demócrata asumirá una posición más izquierdista con la llegada a Washington de la nueva hornada de congresistas jóvenes, como Ocasio-Cortez, que se lanzó a la política con Bernie Sanders, el único senador que se denomina socialista.
Sanders ha quitado “la toxicidad” del término “socialismo”, y además los jóvenes no han conocido al antiguo bloque soviético, explica. “Veo a los demócratas claramente enfilados en esa dirección”, considera.
Por Rafael Cañas (EFE).-