La nueva orden revisada para que resista las impugnaciones en tribunales retira a Irak de la lista de países cuyos ciudadanos tienen prohibido llegar a Estados Unidos pero mantiene las restricciones a quienes procedan de Irán, Siria, Somalia, Sudán, Yemen y Libia.
Trump firmó en privado el lunes la nueva orden mientras el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el secretario de Justicia, Jeff Sessions, presentaron formalmente la nueva medida.
El decreto tuvo ahora una difusión discreta, en contraste con la primera versión que Turmp firmó con bombos y platillos en una ceremonia en el Salón de los Héroes del Pentágono, acompañado del secretario de Defensa, James Mattis.
El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, tampoco tenía previsto efectuar el lunes una sesión informativa televisada, lo que dio la impresión de que el presidente se había distanciado de la orden, uno de sus principales compromisos de campaña y de los primeros días de su presidencia.
La nueva orden quedó eclipsada frente a las afirmaciones que Trump hizo el fin de semana, carentes de pruebas, de que su antecesor Barack Obama había ordenado que le espiaran los teléfonos durante el proceso electoral.
La orden original que restringía los viajes a Estados Unidos causó de inmediato pánico y caos en los aeropuertos en todo el país, mientras las autoridades de Seguridad Nacional tenían dificultades para interpretar como la aplicaría y se detenía a viajeros para regresarlos al exterior o se les impedía que subieran a los aviones en el extranjero con destino a Estados Unidos.
La orden original afrontó de inmediato diversas impugnaciones en tribunales y finalmente fue suspendida por un juez federal del estado de Washington.
La nueva orden revisada es más específica y menos generalizada. Señala que se prohibirá durante 90 días la llegada a Estados Unidos de las personas procedentes de los seis países mencionados, pero no afectará a quienes tengan visas válidas o permisos de residencia permanente.
La Casa Blanca retiró a Irak de la lista de países a los que alcanzaba la medida a recomendación del Pentágono y el Departamento de Estado, que le habían solicitado una reconsideración debido al papel crucial que tiene Irak en la lucha contra el grupo Estado Islámico.
Los nacionales sirios ya tampoco afrontarán una prohibición indefinida a pesar de la postura inicial de Trump cuando era candidato de que los refugiados sirios representaban en particular una grave amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
En una teleconferencia con reporteros el lunes en la mañana, funcionarios de alto rango de Seguridad Nacional y del Departamento de Justicia dijeron que la prohibición a los viajes era necesaria para que el gobierno pueda revisar qué más puede hacerse a fin de investigar a fondo a visitantes y refugiados.