El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cargado contra varios miembros de su propio partido en su primer mitin tras su derrota, no reconocida, en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre.
Trump ha vuelto a insistir en un acto en el estado de Georgia en que aún no se ha demostrado que haya perdido las elecciones, pese a que los estados ya han certificado los votos que Biden necesita para ser nombrado presidente por el Colegio Electoral.
En defensa de esta postura de su campaña que sostiene que habido un fraude electoral contra Trump del que no ha mostrado pruebas y que su campaña no ha podido demostrar en las decenas de demandas que ha perdido en los juzgados, el magnate neoyorquino ha cargado contra los republicanos que han reconocido la victoria de Biden.
Trump ha creado el acrónimo ‘RINO’, cuya traducción en español sería ‘Republicanos solo de nombre’, para cargar contra 25 congresistas y senadores de su partido que preguntados por ‘The Washington Post’ reconocieron la victoria de Biden.
Antes del evento, el aún presidente estadounidense ha cargado en Twitter contra los gobernadores republicanos de Arizona y Georgia, Doug Ducey y Brian Kemp, a los que ha acusado de “pelear más duro” contra él que contra los demócratas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha sido el último organismo en verificar que no hay pruebas de ningún fraude en los comicios.
UN MES PARA LAS ELECCIONES AL SENADO
Trump ha visitado Georgia a un mes de las elecciones que decidirán quién ocupa los dos últimos escaños en el Senado. Si los demócratas ganaran ambas elecciones, pasarían a controlar tanto Senado como Cámara de Representantes por lo que la presidencia de Biden no tendría que negociar necesariamente con los republicanos la aprobación de leyes.
Las últimas encuestas muestran a los candidatos demócratas, Raphael Warnock y Jon Ossof, ligeramente por delante de sus oponentes republicanos, los actuales senadores Kelly Loeffler y David Perdue, sin embargo las diferencias entran dentro del margen de error de los estudios demoscópicos.
Trump ha acusado a los candidatos demócratas de ser “radicales” y “extremistas” y ha tras el acto, ha llamado a sus simpatizantes a acudir a las urnas en cantidades “RÉCORD” para “vengarse de los intentos demócratas de robar las elecciones”.