El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha acusado a los manifestantes congregados esta pasada madrugada ante la Casa Blanca para protestar contra la brutalidad policial y contra su administración de pertenecer a un movimiento organizado profesionalmente con la única intención de sembrar el caos, y defendió la actuación del Servicio Secreto.
“Gran trabajo el de esta pasada noche del Servicio Secreto en la Casa Blanca. No solo fueron profesionales, sino que mantuvieron la cabeza fría. Permitieron que esos ‘manifestantes’ gritaran y se enfadaran todo lo que quisieran”, ha hecho saber el presidente en su cuenta de Twitter.
Las protestas delante de la Casa Blanca han ocurrido en medio de la ola de marchas y disturbios que han sacudido el país tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd el pasado lunes en Mineápolis cuando estaba bajo custodia policial y que desembocó en la imputación de uno de los agentes por asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado.
Trump aplaudió que el Servicio Secreto “se comportó con profesionalidad ante esos llamados ‘manifestantes’ que tenían muy poco que ver con el recuerdo de George Floyd”. “Solo estaban allí para causar problemas”, ha declarado el mandatario.
A continuación, el presidente estadounidense describió cómo se comportó su guardia personal contra los manifestantes. “Cada vez que alguien se pasaba de la raya, se lanzaban encima de esa gente con tanta dureza que no sabían qué les había golpeado. El frente (de seguridad) era reemplazado por agentes nuevos como por arte de magia”, ha explicado.
Trump volvió a describir a los manifestantes como “una gran multitud, profesionalmente organizada” antes de añadir que “si alguien hubiera cruzado la verja, les habrían saludado los perros más viciosos y las armas más intimidatorias que nunca he visto. Ahí sí que podrían haber salido muy mal parados”.
El presidente también relató conversaciones con algunos agentes del Servicio Secreto. “Muchos de ellos estaban esperando pasar a la acción: ‘Ponemos a los más jóvenes delante, señor. Les encanta y es un buen entrenamiento'”, relató el presidente.
Por último, Trump reprochó a la alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, su falta de cooperación por no enviar, según dijo el mandatario, agentes de Policía a proteger la sede de la Presidencia del país. “Siempre está pidiendo dinero y ayuda. No permitió que la Policía de D.C. se involucrara. ‘No es su trabajo'”, parafraseó Trump a la alcaldesa antes de remachar con ironía: “¡Muy bonito!”