Por: Roger Rivero
No abundan las reseñas de minivanes y varias son las razones. Este es un segmento de autos -los sedanes el otro- que han cedido paso al empuje de los SUV Crossovers en todas sus variantes. No abundan en la flotilla de autos que están disponibles para reseñar, y cuando lo están, no son muchos los periodistas que se sienten motivados a probarlos. Al final de cuentas, los minivanes son muy poco “sexys” y generalmente asociados con “soccer moms”, un término que describe a madres de clase media ocupadas durante buena parte del día en llevar a sus hijos a prácticas deportivas y otras actividades, y para el cual no he encontrado analogía en español.
En lo profesional me interesa reseñar este tipo de auto, pues sé que es muy usado por las familias hispanas, y en el plano personal, nada mejor que un miniván para completar una excursión familiar deseada desde hace algún tiempo. Las estrellas se alinearon, y Toyota puso en mis manos una Toyota Sienna justo cuando todos podíamos completar el anhelado viaje a Crater Lake o el Lago del cráter. Este es el único Parque nacional del estado de Oregon, y se encuentra bien al sur casi en la frontera con California. Para no abundar mucho en el lugar y dejar espacio para la Sienna, solo me atrevo a comentarles que de todos los lugares que he visitado, este es uno de los pocos a los que una postal turística o video de viajero no hacen justicia. Hay que verlo para apreciarlo en toda su dimensión.
Anqué en los últimos 3 años se nota cierto resurgir en el interés por los minivanes, sin dudas este tipo de auto vivió mejores tiempos. En la actualidad hay solo 5 en el mercado. Dodge mantiene vivo -pero en “live support”- al Caravan que a pesar de sus buenas ventas el fabricante coquetea con la idea de descontinuar. Chrysler, a quien se le acredita buena parte del crédito por la popularidad de este tipo de autos, convirtió al Town and Country en la nueva Pacifica, la única opción hibrida del segmento. Kia mantiene a la Sedona pese a las exiguas ventas, mientras que la Honda Odisey y Toyota Sienna mantienen su curso estable con aproximadamente 25% del mercado cada una.
Toyota realizó importantes mejoras en el tren motriz de la Sienna el pasado año, pero no alteró nada más. Para 2018, la actualización más obvia es un nuevo frente y paneles estilizados para la parte inferior del cuerpo. El interior se ha mejorado con un parabrisas laminado y vidrios acústicos en las ventanas laterales de la primera fila, para lograr un funcionamiento más silencioso. El conductor cuenta con una nueva pantalla de información de funciones de 4.2 pulgadas, mientras que el sistema de info-entretenimiento de Entune se actualiza, con hasta cinco puertos USB y un punto de acceso wifi 4G opcional.
En el sistema de entretenimiento para el asiento trasero con pantalla plegable ahora puede transmitirse videos desde dispositivos Android, sin embargo, Apple CarPlay y Android Auto siguen ausentes. Una adición muy importante que disfrutamos durante nuestro viaje y que pone a la Toyota Sienna a la cabeza en materia de seguridad es la inclusión de forma estándar de Toyota Safety Sense P. Esta suite de prestaciones de seguridad incluye advertencia de colisión frontal con frenado automático de emergencia, advertencia de salida de carril, asistencia para mantenimiento en el carril, luces altas automáticas y control de crucero adaptativo. Para un viaje largo como este, donde el paisaje distrae y las millas en carretera llegan a agotar, estos auxilios de seguridad proporcionan un sosiego importante.
Los años no pasan por gusto, suele recordarme con frecuencia mi querida madre quien fue una de las participantes en nuestra excursión. La Sienna muestra el paso del tiempo en su interior, que, si bien tuvo momentos de gran esplendor, ahora queda rezagada cuando la comparamos con rivales más modernizados como la Chrysler o la Honda Odisey que ensenan más innovación y mejores materiales. Dicho esto, es justo reconocer que independientemente de la estética, sigue siendo su interior un entorno funcional y amplio para pasajeros de todas las edades, con características estándar como control de clima individual para tres zonas o disponibles como sillas de capitán en la segunda fila.
La capacidad de carga, otro de los parámetros importantes en un miniván es abundante en la Sienna, tanto que es la de más volumen de carga entre sus competidores. Una segunda fila altamente ajustable y una tercera fila plegable proporcionan versatilidad, aunque pierde la perfección debido a la funcionalidad de carga avanzada de los rivales más nuevos como la Pacifica de Chrysler.
A pesar de contar con el motor más potente entre todos los minivanes, un V-6 de 3.5 litros y 296 caballos de fuerza, el consumo de este auto se mantiene bajo control, y comparable con el resto. 27 millas en carretera, 19 en la ciudad y 22 como promedio en manejo combinado no son malas lecturas para un automóvil de estas dimensiones. La Sienna es además la única que ofrece la opción de tracción en todas las ruedas, algo que los que vivan en climas fríos agradecerán.
Toyota Sienna tiene uno de los precios iniciales más altos para un nuevo miniván. La más barata es la Sienna L con precio base de $ 30,750. En el otro extremo, una Sienna Limited Premium con AWD o tracción total traerá precio inicial en la etiqueta de $48,615. A pesar del elevado precio si lo comparamos con algunos rivales, es justo reconocer que la Sienna retiene más el valor que el resto.
No es amplia la selección de minivanes en el mercado, por lo que no será tarea demasiado difícil tomar una decisión de compra. Concluyentemente vale la pena echarle una detenida mirada a la Toyota Sienna.